La confianza de los consumidores en la economía del país, la propia y la de sus familias para los meses próximos retrocedió en julio pasado por quinto mes consecutivo para ubicarse en el punto más bajo de 2019, reportaron el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y el Banco de México (BdeM).

En la comparación mensual, frente a junio anterior, el Indicador de Confianza del Consumidor cayó en sus cinco componentes, con lo que promedió un retroceso de 0.6 puntos. Tras reportar un nivel récord en febrero pasado, el indicador lleva ahora una tendencia a la baja.

Aún con ello, el indicador se mantiene entre los niveles más altos de la última década. En julio del año pasado los resultados de las elecciones dispararon la medición, que en febrero anterior alcanzó un nivel histórico.

El retroceso en el indicador (julio pasado) podría estar más relacionado con la fuerte desaceleración de la actividad económica y su efecto en el ritmo de creación de empleos formales (...) no descartamos que este entorno pueda debilitar más la aprobación presidencial, contaminando además otros componentes, como las expectativas del país, destacaron analistas de Banorte en un reporte financiero.

La mayor merma anual se dio en el componente que da seguimiento a la situación económica del país que se prevé dentro de 12 meses respecto de la actual, que cedió 5.4 puntos en comparación con julio de 2018 con cifras desestacionalizadas. Simultáneamente, creció 5.1 puntos la perspectiva de que la situación actual es mejor que la de un año atrás.

De igual forma, avanzó 1.6 puntos la previsión de que la situación económica en el momento actual de los miembros del hogar, comparada con la que tenían hace 12 meses, ha mejorado. Mientras, la idea de que ésta mejorará dentro de un año respecto de la actual descendió 0.5 puntos, también a tasa anual. Las posibilidades que tienen los integrantes del hogar, comparadas con las de hace un año, para realizar compras de muebles, televisores y lavadoras, así como otros aparatos electrodomésticos, se redujo 0.6.

En comparación con julio, las posibilidades que tienen los integrantes del hogar respecto de las de hace un año, para efectuar compras de bienes durables, como muebles, televisores, lavadoras y otros aparatos electrodomésticos, reportó una caída mensual de 0.9 puntos. Banorte calificó el tema de uno de los más relevantes, porque la merma se da a la par que desciende la inflación, hay estabilidad en el peso y continúan los efectos del aumento al salario mínimo al principio del año, factores que deberían incrementar la facilidad de compra.

En los otros componentes, el que capta las expectativas sobre la condición económica del país esperada dentro de un año respecto de la actual, presentó un retroceso mensual 0.8 puntos. La opinión sobre la situación económica de los integrantes del hogar en el momento actual frente a la que tenían hace 12 meses disminuyó 0.6.

La variable que mide la percepción de los consumidores acerca de la situación económica del país hoy día, comparada con la que prevaleció hace 12 meses, se redujo 0.5 puntos. El rubro que evalúa la expectativa sobre la situación económica de los miembros del hogar dentro de 12 meses frente al momento actual mostró un descenso mensual de 0.1.