Brasilia. El presidente de Brasil, el neofacista Jair Bolsonaro, sostuvo ayer, sin aportar pruebas, que sospecha que las ONG provocan los incendios forestales en la Amazonia para hacerlo quedar mal, dado que les recortó recursos.

Bolsonaro lanzó esta acusación un día después de que el Instituto Nacional para la Investigación Espacial (INPE) reportó que los incendios forestales en Brasil aumentaron este año 83 por ciento en comparación con 2018, debido a las quemas de la región amazónica potenciadas por la temporada seca.

La selva amazónica sufrió la deforestación de 2 mil 254 kilómetros cuadrados en julio, casi el cuádruple del mismo mes en 2018 no sólo en Brasil, sino en Bolivia, Perú y Paraguay.

“Quizá –y no lo estoy afirmando– estas personas (de las ONG) están llevando a cabo acciones criminales para atraer la atención en mi contra”, acusó Bolsonaro, aunque admitió ante reporteros que no tenía pruebas.

El pasado lunes la puesta de sol en Sao Paulo, la ciudad más grande de Sudamérica, estaba calculada para las 17:51, pero se hizo de noche dos horas antes, informó la BBC de Londres. La explicación: una combinación de un frente frío, el hecho de que es invierno en el hemisferio sur, y el humo de los incendios forestales en la cuenca del Amazonas, que se ubica 2 mil 500 kilómetros al norte.

El INPE informó que este año se llegó a una cantidad récord de incendios forestales en Brasil que fue de 74 mil 155 hasta el martes.

Bolsonaro destituyó el 2 de agosto al presidente del INPE, Ricardo Magnus Osorio Galvao, por divulgar cifras que evidenciaban el aumento de la deforestación en Brasil.

El ministro de Medio Ambiente, Ricardo Salles, sostuvo que el gobierno movilizó a brigadistas y aeronaves que ya están actuando junto con los gobiernos regionales. Salles fue abucheado en la Semana del Clima en América Latina y el Caribe, en Salvador de Bahía.

La agencia Afp alertó que se viralizan en redes sociales imágenes falsas de incendios en el Amazonas.