La actividad económica se estancó en el segundo trimestre del año, confirmó ayer el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). El producto interno bruto (PIB) en el periodo abril-julio no se movió respecto del nivel alcanzado el trimestre previo, lo que se expresó en una variación de 0.0 por ciento.

Si bien el pasado 31 de julio el Inegi indicó que el PIB del segundo trimestre del año había sido de 0.1 por ciento (https://bit.ly/2ZnARTf), ayer revisó a la baja dicha cifra.

El sector comercio y servicios, que contribuye con alrededor de dos tercios del PIB, tuvo un repunte de 0.2 por ciento, mientras la actividad industrial retrocedió 0.2 por ciento y la agricultura ganadería cayó 3.4 por ciento, en todos los casos respecto del trimestre previo.

En términos anuales el PIB registró un incremento real de 0.3 por ciento en el segundo trimestre del año en comparación con el mismo periodo de 2018.

Con el dato actualizado, el crecimiento del primer semestre de este año fue de 0.2 por ciento, el más bajo registrado después de la crisis financiera y económica mundial de 2008-2009.

Analistas de Banorte consideraron que el reporte confirmó que la economía del país evitó caer en recesión técnica, la cual se define cuando hay dos trimestres consecutivos de contracción.

Opinaron que la economía se ha desacelerado de manera significativa y se encuentra en una posición más débil, al menos desde el cuarto trimestre de 2018.

Banorte agregó que los servicios recuperarán su dinamismo ante el incremento de la cobertura de los programas sociales y ante una normalización del gasto gubernamental, a lo cual se sumarán los efectos del programa de aceleración de gasto en infraestructura, consumo e inversión.

La desaceleración es generalizada en los diferentes sectores y componentes de la demanda, comentó el área de análisis de Citibanamex.

La pérdida de dinamismo en los servicios preocupa en particular, ya que este sector ha sido el que más ha impulsado el crecimiento en el pasado y tiende a ser un buen indicador de la debilidad general de la demanda interna. Aun así, el grupo financiero prevé una recuperación modesta de la actividad económica a partir del tercer trimestre de este año, la cual dependería, en buena medida, de un gasto público relativamente más dinámico.