Sábado 24 de agosto de 2019, p. 4
Los grupos de autodefensa del estado de Michoacán no van a desmovilizarse ni entregar sus armas mientras las autoridades del país no garanticen la seguridad de las comunidades que hoy han vuelto a ser víctimas de diversos abusos por parte de grupos del crimen organizado, advirtió Alejandro NN
, uno de los sobrevivientes de la masacre de Apatzingán, ocurrida en 2015.
En entrevista con La Jornada, el joven de 23 años afirmó que los núcleos de pobladores armados sí tuvieron éxito en la labor de frenar a los delincuentes que los atacaban, por lo que muchas de esas células armadas no están dispuestas a dialogar para entrar en un plan de pacificación, como señaló la titular de la Secretaría de Gobernación, Olga Sánchez Cordero.
Regresaron los cárteles
“El pueblo no va a entregar las armas porque ya regresaron los cárteles a Michoacán matando gente inocente, reclutando a niños que no saben ni por qué pelean ni saben a qué se están ateniendo. La gente tiene miedo, pero no se va a dejar, porque hay secuestros, balazos y robos”, lamentó el sobreviviente de la matanza cometida por la Policía Federal contra civiles desarmados.
De igual forma, Alejandro NN
–seudónimo que le asignó el gobierno para proteger su identidad– se preguntó por qué la actual administración quiere desarmar a los grupos de autodefensa sin antes haber hecho lo mismo con el crimen organizado. ¿Por qué no primero a los delincuentes? El pueblo sólo se está defendiendo
, recalcó.
Militares y ministeriales se cuelgan las medallas
Por otro lado, el joven agricultor discrepó de las afirmaciones del presidente Andrés Manuel López Obrador en el sentido de que las autodefensas no funcionan. “Él dice que no sirvieron de nada, pero les puedo demostrar que en Michoacán sí. Nosotros anduvimos dándole con todo a Los Caballeros Templarios, pero las medallas se las colgaban los policías ministeriales y los militares”.
Asimismo, denunció que el gobierno federal sigue sin acceder a su petición de conocer la averiguación previa sobre la matanza ocurrida el 6 de enero de 2015 en Apatzingán, a la cual sobrevivió, con el argumento de que puede poner en riesgo su seguridad, pero él sigue sin recibir justicia.