Greta
nos 200 presidentes, primeros ministros y cancilleres se preparan para viajar a Nueva York al rito anual de la Asamblea General de la ONU, pero una adolescente sueca de 16 años será la autoridad moral entre tantos adultos que han fracasado en cuidar el futuro de todos.
Su nombre es Greta Thunberg.
Ella llegará después de cruzar el Atlántico en un velero que dejará cero huella de carbón, para participar en una cumbre preparativa de la ONU sobre cambio climático que ocurrirá en paralelo con la reunión de la Asamblea General.
A casi nadie le interesa mucho el elenco internacional que viene, responsables de la condición ecológica cada vez mas frágil del planeta, pero millones sí están escuchando la voz del nuevo movimiento mundial para rescatar al planeta.
La voz más reconocida de ese movimiento es Thunberg y su mensaje sencillo: Tenemos que entender la emergencia de nuestra situación. Nuestro liderazgo ha fracasado. Los jóvenes tienen que obligar a las generaciones viejas a que nos rindan cuentas por el desastre que han creado. Necesitamos enojarnos, y transformar este enojo en acción
, declaró a finales del año pasado.
Ante el Parlamento de Inglaterra hace unos meses advirtió que sin atender esta emergencia ahora mismo, las nuevas generaciones “probablemente ya no tienen un futuro. Porque ese futuro fue vendido para que un grupo pequeño de gente ganara montos inimaginables de dinero. Ustedes nos mintieron. Nosotros los niños estamos haciendo esto para despertar a los adultos… estamos haciendo esto porque queremos recuperar nuestras esperanzas y sueños”.
En una cumbre de la ONU celebrada en Polonia a finales del año pasado, Thunberg acusó a los representantes de la clase política mundial: “ustedes no son suficientemente maduros para decir las cosas como son, hasta esa tarea nos la dejan a los niños. Venimos aquí para hacerles saber que el cambio viene, les guste o no…”
Nadie la conocía cuando empezó su huelga escolar solitaria todos los viernes hace un año, abandonando clases para irse a parar frente al Parlamento sueco a exigir acciones inmediatas sobre el cambio climático. Pero con ello inspiró a sus pares, que empezaron a hacer lo mismo, generando el movimiento de los Viernes para el Futuro, que ha movilizado a 2 millones de estudiantes por todo el mundo y fomentando nuevas agrupaciones ecológicas (www.fridaysforfuture.org; rebellion.earth).
Thunberg es la voz más reconocida del gran debate sobre el futuro del planeta. Hasta ofreció el mejor ejemplo de cómo manejar a Trump. Al preguntarle en una entrevista con CBS News si deseaba reunirse con el presidente estadunidense en Nueva York, respondió: ¿Por que debería de perder mi tiempo con él?
Thunberg, quien ha sido nominada para el premio Nobel de la Paz, y a quien algunos han nombrado como la voz del planeta
, y el nuevo movimiento de jóvenes insisten en que los gobiernos del mundo deberán, mínimo, acotar el llamado Acuerdo de París sobre el cambio climático –del cual Trump anunció la salida de Estados Unidos– pero también atender la emergencia
con un cambio fundamental, incluyendo proceder a poner fin a la dependencia hidrocarburos dentro de los próximos 12 para evitar los daños irreversibles que pondrán en jaque la viabilidad humana según el consenso de la comunidad científica mundial.
Hace unas semanas el secretario general de la OPEP comentó que este movimiento ha nutrido la mayor amenaza
contra la industria de los hidrocarburos. Thunberg, al enterarse, tuiteó: ¡Gracias! ¡Nuestro mayor halago hasta ahora!
Para El 20 de septiembre, Thunberg y otros del movimiento internacional han convocado a lo que llaman una huelga general para el clima
a escala mundial.
En una colaboración con la banda The 1975, Thunberg recientemente hizo su debut musical, con un mensaje que dice, en parte: “Les pido, por favor, despierten y hagan los cambios necesarios… Todos tenemos que hacer lo que aparenta ser imposible… no podemos salvar al mundo jugando con estas reglas… Es hora de desobediencia civil. Es hora de rebelarse”.