Después de semanas de intensas negociaciones, el gobierno federal alcanzó un acuerdo con tres de las cuatro empresas constructoras de gasoductos para el suministro de combustible a las plantas de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), lo cual significará un ahorro para la hacienda pública de unos 4 mil 500 millones de dólares, anunció el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Con la presencia de los propietarios de los consorcios constructores –salvo los de Fermaca–, dijo que “con este acuerdo, como un asunto adicional, pero muy importante, se garantiza el abasto de gas –entre 25 y 30 años– para la industria eléctrica, para que no tengamos apagones en muchos años y para el fomento de la industria nacional. Vamos a tener gas suficiente en México”.

En conferencia de prensa en Palacio Nacional, rodeado por destacados representantes de la iniciativa privada, López Obrador garantizó que su gobierno no pretende expropiar ningún bien privado. Resaltó que con lo acordado, la CFE compra el gas y el servicio del transporte del mismo y la tubería se le queda a la empresa. Así, baja la tarifa para beneficio de la CFE.

Muy satisfecho, hizo un reconocimiento a Carlos Slim, de Carso Energy, por marcar la pauta y allanar las negociaciones con IENova y TC Energía, al ser el primero en pactar con la CFE.

Tras agradecer la intermediación de los dirigentes del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Carlos Salazar Lomelín, y del Consejo Mexicano de Negocios (CMN), Antonio del Valle, que hizo posible concretar las negociaciones el lunes por la noche, afirmó que la CFE continuará en negociaciones con Fermaca (que preside Fernando Calvillo Álvarez), con la que mantienen diferencias fundamentalmente por las tarifas.

Todo esto lleva mucho tiempo y es de paciencia. A veces, aunque se tiene el corazón caliente, hay que mantener la cabeza fría; y así fue y así se va a lograr, espero, el acuerdo conjunto.

Privilegiando el diálogo, resaltó el mandatario, se superaran diferencias con los empresarios, al alcanzar cambios en los contratos originales que legalmente ya se habían firmado en el gobierno de Enrique Peña Nieto, que incluían condiciones que nosotros consideramos dañinas para la hacienda pública.

De manera que con este logro se retiran las quejas, las denuncias, y se llega a un acuerdo sin arbitraje internacional, después de que, en el origen del diferendo, el gobierno federal había expresado su inconformidad con los términos leoninos de los contratos signados.

López Obrador precisó que ahora se reducirán tarifas y en general se beneficia a la hacienda pública.

Sin duda que las empresas aportaron una parte considerable de sus utilidades, una diminución de manera general de más de 30 por ciento, pero todo esto se va a explicar de manera detallada. Van a tener oportunidad los expertos, hasta los que no nos ven con buenos ojos, para hacer un balance sobre el acuerdo que para nosotros fue bueno, agregó.

Explicó que incluye siete ductos terminados y consideró que no habrá problema con protestas en las comunidades, se tienen que ir arreglando porque estamos trabajando en ello. Insistió que con el acuerdo se gana, porque la CFE logra mejores tarifas y esto va a beneficiar a los consumidores, porque “nos va a permitir mantener la política de no aumentar los precios de la energía eléctrica. Para dejarlo muy claro: ganamos porque se reduce el costo de las tarifas en el transporte del gas y esto va a repercutir en que se produzca energía eléctrica con menos costos y no aumenten las tarifas.

Pero también ganamos porque nos evitamos un pleito que nos hubiese significado ir a tribunales internacionales, y que iba a generar una atmósfera de desconfianza hacia el gobierno y hacia México en momentos que necesitamos que se tenga inversión, tanto nacional como extranjera, para que se logre un mayor crecimiento económico.