Medio de subsistencia para miles de familias, las misceláneas o tiendas de abarrotes representan el negocio más recurrente, tradicional y predominante en el país. De hecho, concentran el mayor número de establecimientos entre todos los comercios de México, muy por encima de otros tan populares como las papelerías o las farmacias, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Las tiendas de abarrotes o misceláneas –también llamadas estanquillos o tendejones en ciertas zonas o en otras épocas– surgen y desaparecen continuamente. Aun así, hay alrededor de un millón de tienditas de la esquina en todo el país y 200 mil sólo en el valle de México, aportan 7 por ciento del producto interno bruto (PIB) y concentran 42 por ciento de los abarrotes que se facturan en el país, aseveró Pedro Fernández, vocero de la primera Expo Tendero que se realizará el próximo 6 de noviembre ( https://expotendero.org/ ).

Si bien casi 30 por ciento de las tienditas nuevas mueren a los dos o tres años, son negocios tan arraigados en barrios y pueblos que las que nacen cada año hacen que el número total a escala nacional se mantenga estable, pese a que desde hace 25 años se habla de su eventual desaparición por la feroz competencia que enfrentan de supermercados y tiendas de conveniencia.

Es un tema muy recurrente y algunas investigaciones señalan que el tendero va a desaparecer, pero veo muy lejano ese día porque representan mucho para la economía nacional. El número de millón de tenderos lleva así un par de décadas y rebasa con mucho las 17 mil sucursales que tiene la cadena de conveniencia más grande del país, indicó.

Incluso expresó que las tiendas de abarrotes llegan a representar 70 u 80 por ciento de ventas de varias compañías grandes, como refresqueras y cigarreras. Además, una tienda de conveniencia o una Bodega Aurrerá jamás tendrá esa conexión emocional que los tenderos mantienen con su comunidad y llegan a ser el centro de la colonia. Han establecido una relación de confianza de años con sus vecinos, forman parte de la cultura, historia e idiosincracia de México, y ninguna tienda de conveniencia va a fiarle nada a nadie, ni 10 pesos, como hacen los tenderos, apuntó Fernández en entrevista.

En la última edición del Censo Económico, correspondiente a 2014, el Inegi contabilizó 4 millones 230 mil 745 unidades económicas. De ellas, 95.4 por ciento fueron microempresas y 45 de cada 100 eran comercios minoristas (de cualquier giro).

El 43.7 por ciento del total de comercios en el país eran de abarrotes y alimentos al por menor. Concentraban la cuarta parte de todo el personal ocupado, contra 8.8 por ciento de las tiendas de autoservicio. Éstas, en cambio, tenían 14.9 por ciento de participación en los ingresos generados por la reventa de mercancías al por menor, más del doble respecto del 6.5 de los negocios de abarrotes y alimentos.

Sin embargo, 95 por ciento de misceláneas y tiendas de abarrotes pertenecen a la economía informal en tanto que no están registradas ante el fisco, más por miedo o desconocimiento que otra cosa, dijo el entrevistado, pese a operar en locales cerrados y contar con algunos de los permisos requeridos por autoridades locales, sanitarias o Protección Civil.

Muchos dueños de tiendas de abarrotes incursionaron en el sector porque perdieron un antiguo empleo y ya no pudieron encontrar otro. Así, la tienda es el medio de sobrevivencia para ellos y sus familias, pero carecen de estrategias y organización para hacerla crecer como negocio, además de que mezclan su contabilidad con las finanzas familiares.

Las tiendas son una fórmula recurrente de autoempleo, de las más sencillas o rápidas que encuentra la gente para subsistir, porque hay muchas personas que para vender sólo abren sus cocheras o hasta una ventana, comentó.

Pese a ser tantos, los dueños de tiendas de abarrotes no están organizados ni actúan como gremio. Requieren orientación y capacitación para operar, administrar, financiar, regularizar, bancarizar y mejorar su negocio y servicio al cliente para hacerlo más rentable, grande y competititivo, todo lo cual se pretende poner a su alcance de manera gratuita en la expo especializada para el sector que se efectuará.