En entrevista con La Jornada, el historiador destaca que ahora ‘‘el comunismo es una parte menos influyente de la izquierda de lo que fue durante 70 años’’ // Desde 1989 se han buscado nuevas formas de adaptación a los cambios, define el pensador y militante
Martes 3 de septiembre de 2019, p. 4
La historia del Partido Comunista Mexicano (PCM) ‘‘conoce los éxitos y fracasos de la izquierda mexicana; galvanizó la esperanza de los trabajadores por un mundo mejor”, considera Enrique Semo Calev, teórico y militante en esa agrupación que este año cumple un siglo.
En entrevista con La Jornada, el historiador afirma que el PCM ‘‘mantuvo su independencia total del régimen de Estado de partido único y divulgó una cultura que galvanizó la esperanza de los trabajadores –obreros, campesinos, artesanos– por un mundo futuro mejor”.
Mesa redonda en El Colegio Nacional
Con la participación de Semo Calev, a las 19 horas de hoy se efectuará en El Colegio Nacional la mesa redonda Centenario de la fundación del Partido Comunista Mexicano. La conmemoración, coordinada por Diego Valadés, contará con charlas de Paco Ignacio Taibo II, Luciano Concheiro, María Marván, Anna Ribera Carbó y Daniela Spenser.
Además, el centenario de esa agrupación política será abordada en los próximos meses tanto en el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México como en la Academia Mexicana de Historia.
Enrique Semo (Bulgaria, 1930) sostiene que el PCM cumple un siglo, aun cuando en 1981 se alió con otros partidos para formar el Partido Socialista Unificado de México. ‘‘Durante 70 años, un destacamento fundamental de la izquierda mexicana, la política de oposición al Partido Revolucionario Institucional y al sistema de partido legal único.
‘‘En esa larga lucha –sostiene el pensador– demostró una gran dedicación, la formación de militantes muy aguerridos y una presencia muy fuerte en el mundo intelectual de México”, aunque ‘‘la inclusión de artistas e intelectuales no es una característica exclusiva o principal del PCM. El comunismo atrajo a la intelectualidad progresista del mundo durante más de medio siglo’’.
En el presente, ‘‘el comunismo es una parte menos influyente de la izquierda de lo que fue durante 70 años; pero la izquierda ha buscado nuevas formas de adaptación a los cambios que han sucedido a partir de 1989-91”.
Papel relevante en la difusión de la cultura
El historiador Carlos Illades Aguiar, coordinador del libro Camaradas: nueva historia del comunismo en México (Fondo de Cultura Económica), afirma a este diario que el Partido Comunista Mexicano se fundó oficialmente el 28 de noviembre de 1919.
‘‘Nunca tuvo una militancia cuantiosa. Fue significativo porque participó en la organización de las primeras centrales obreras y agrarias. Además, en comparación con partidos comunistas de América Latina, el mexicano tiene un papel más importante en la cultura.
‘‘Diego Rivera, que estaba formándose en Europa, fue impresionado como muchos artistas por la revolución rusa, que tuvo un impacto en la conciencia política, en la idea del mundo, la reflexión sobre la filosofía, la cultura tan grande que muralistas, pintores, artistas dedicados a la gráfica y escritores tomaron muchas referencias de ese hito histórico”, define el historiador.
‘‘Quienes vertebraban eso en términos nacionales, organizativos, eran los del PCM. Su publicación, El Machete, que se empieza a editar a mediados de los años 20 del siglo pasado, incorporó a importantes artistas gráficos como ilustradores de la publicación y a escritores como autores de textos.’’
Para Illades, a cargo de la conmemoración en la Academia Mexicana de Historia, el PCM intervino en los movimientos obrero y campesino y el mundo de la cultura que se estaba abriendo a las vanguardias, a la promoción estatal de la cultura; incluso en el mundo editorial donde tenían un papel muy relevante los comunistas”.
El primer exilio latinoamericano
En esos años llegó a México el primer exilio latinoamericano, añade Illades, con Raúl Haya de la Torre, Julio Antonio Mella y Tristán Marof. ‘‘Entran en contacto con los comunistas no sólo por la política, sino por el mundo editorial. En los años 30 y principios de los 40, con los exiliados españoles vienen Wenceslao Roces y Adolfo Sánchez Vázquez. Ayudarán a la publicación de las obras de Marx, Engels, Lenin, Lukács y múltiples autores en México. Y luego en los 70: lossudamericanos”.
Se creó Siglo XXI Editores. José Aricó trajo los Cuadernos de Pasado y Presente. México es un terreno de exilios políticos, plurinacional. Eso será importante para la izquierda y la cultura mexicanas. También llegan, aunque sea en pequeños grupos, los que han visto ocupados sus países por los nacionalsocialistas, por ejemplo Enrique Semo y Friedrich Katz, dos historiadores muy importantes, de Bulgaria y Austria.
Los comunistas, de los que el PCM es el núcleo más fuerte, ‘‘tienen muchísima importanciaen la democratización del país. En distintos flancos, incluso en la vía armada, en el movimiento sindical, campesino y universitario del 68; en la democratización de las universidades mexicanas de provincia desde los años 60 y 70, siempre tienen un papel importante”.