Buenos Aires. Con la sensación de estar enfrentando una catástrofe económica, política y social, la bolsa porteña se derrumbó este martes 11.5 por ciento, siendo los papeles más afectados los vinculados con empresas energéticas, que cayeron más de 15 por ciento, mientras el Banco Central de la República Argentina (BCRA) intervino vendiendo dólares de forma directa, lo que había sido prohibido por el Fondo Monetario Internacional (FMI), cerrando la divisa en 58.50 y las reservas perdieron 954 millones de dólares quedando en 53 mil 144.

El riesgo país trepó a 2 mil 536 puntos, en momentos en que el premio Nobel de Economía Paul Krugman comparó la situación con la crisis de 2001 y responsabilizó al gobierno y al FMI.

Consideró que al principio del gobierno de Mauricio Macri hubo una luna de miel con los mercados y luego por el masivo apoyo del FMI, “pero al final todo lo que hizo fue cavar un pozo más profundo, con un gran aumento de la deuda externa y desacreditando a los reformadores neoliberales.

Lo que es sorprendente para quienes hemos pasado mucho tiempo en estas crisis, es que esto es increíblemente cercano al guión de 1998-2001; sin ley de convertibilidad, pero aún con errores de política similares, y una habilitación similar de esos errores por el FMI, escribió Krugman en su cuenta de Twitter, y que fue recogido por la mayoría de los medios aquí.

Criticó a la ex titular del FMI Christine Lagarde, destinada a dirigir el Banco Central Europeo (BCE), quien apoyó fuertemente el otorgamiento del préstamo mayor de la historia del fondo a Argentina, con 57 mil millones de dólares. Esto me hace preocupar más por Lagarde en el BCE. Todos los involucrados realmente, realmente deberían haberlo sabido.

En tanto, el dólar llegó a venderse en 59 pesos y el blue (paralelo) se ofreció a 63.50 pesos, abriéndose la brecha entre ambos, mientras el índice Merval se derrumbó 11.7 por ciento, su mínimo en dos años, liderada la caída por los papeles de energéticas y bancos, y los bonos bajaron hasta 9 por ciento.

El BCRA dio a conocer el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) de agosto anticipando que la inflación trepará a 55 por ciento este año con un dólar a 66.70 pesos en diciembre próximo y una tasa de referencia de 80 por ciento en este mes.

En el informe se reconoce que el FMI financió la fuga de capitales, en un proceso claramente insostenible que además incumple los principios reflejados en su propia acta constitutiva.

“Los desembolsos del organismo fueron hasta el momento 44 mil 867 millones de dólares, y la salida de divisas –entre las del sistema formal y de los capitales especulativos– suman 36 mil 640 millones de dólares. El FMI falló en sus proyecciones de evolución del PBI, inflación, nivel de tasas de interés y volumen de las reservas internacionales”, informó Ámbito Financiero.

De acuerdo con este reporte, el crecimiento del PBI estimado por el FMI fue de 1.5 por ciento y éste cayó 1.3 por ciento; también pronosticó una inflación de 17 por ciento, pero ya es de 54.4 por ciento. El mismo gobierno reconoce, incluso antes de haberse desembolsado la totalidad del préstamo, que Argentina tendrá problemas evidentes para poder cumplir con los compromisos contraídos, concluye el informe.

Ante la gravedad de la situación social, profundizada por la brutal devaluación que Macri intenta frenar con un control cambiario decretado el domingo pasado, 50 intendentes del peronismo de la provincia de Buenos Aires pidieron en una carta a la gobernadora provincial, María Eugenia Vidal, que declare la emergencia alimentaria y que refuerce las partidas presupuestarias recibidas todos los meses por los comedores y escuelas bonaerenses.

Solicitaron medidas urgentes para atenuar el impacto feroz que la política económica provoca cada vez más en vastos sectores de la sociedad, destacando la angustiosa situación que vive nuestro pueblo a causa de la crisis que se ha profundizado en Argentina, con implicaciones durísimas en esa provincia (Buenos Aires) y exigiendo a Vidal que asuma la responsabilidad de hacer frente a la crítica situación que enfrentan cada vez más niños, niñas, jóvenes y adolescentes en edad escolar y la población en general, y coincidieron en la necesidad de aumentar los comedores escolares, y flexibilizar las obligaciones tributarias que recaen sobre los pequeños comerciantes, asfixiados por la crisis.

Encendiendo más fuegos, el ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, admitió que las últimas medidas que tomó la gestión de Macri son para tener un buen resultado electoral que nos permita poder ir al balotaje (segunda vuelta) en las elecciones del 27 de octubre.

Todos los sectores opositores pidieron al presidente dejar la campaña electoral y dedicarse a estabilizar el país, que está bordeando la cesación de pagos.

Sica se mostró confiado en que los cambios realizados en los últimos días, que deberán superar dos meses difíciles, van a llevar a un buen resultado, a pesar de que el candidato presidencial del opositor Frente de Todos, Alberto Fernández, tiene entre 55 y 56 por ciento de la intención de votos en su favor, según encuestas.

El titular de la Unión Industrial Argentina Miguel Acevedo consideró que se tendrán que abrir las negociaciones salariales, coincidiendo con la urgente demanda de las centrales sindicales y dijo que nos va a costar 10 años recomponer el poder adquisitivo del salario especialmente después de la devaluación decidida por el gobierno ante su derrota en las elecciones primarias.