A Joaquin Phoenix, gracias por confiar
, expresó el realizador
Domingo 8 de septiembre de 2019, p. 7
Venecia. La edición 76 de la Mostra de Venecia otorgó el León de Oro al filme Joker, del estadunidense Todd Phillips, con la magistral actuación de Joaquin Phoenix como el acérrimo enemigo de Batman, uno de los malvados más arriesgados del cine.
Así, el filme, superproducción de tono muy negro
y escrita específicamente para Phoenix, lo convierte en candidato al Óscar por su interpretación.
Con la voz entrecortada, el realizador rindió homenaje en la sala grande a su actor estrella cuando levantó el premio. Es el león más feroz, valiente y de mentalidad más abierta que conozco. Gracias por confiar en mí con tus locos talentos
, dijo, tras fundirse en un abrazo con el actor.
La muestra veneciana se confirma como el trampolín para llegar al Óscar de las producciones estadunidenses, como ocurrió el año pasado con Roma del mexicano Alfonso Cuarón, La forma del agua de Guillermo del Toro en 2017 y La la land en 2016, entre otros.
La primera incursión de Phillips en el mundo de los superhéroes y malvados conquistó al jurado presidido por la argentina Lucrecia Martel por su detallada ilustración de los traumas familiares, las viles mentiras que lo transformarán en un peligro para la sociedad. “Que una industria como la estadunidense corriera el riesgo de realizar Joker es valiente ante el mundo. Es una reflexión sobre los héroes y los antihéroes”, reconoció Martel.
Por otro lado, pese a las polémicas que lo precedieron por condena debido a la violación de una menor en Estados Unidos, el Gran Premio del Jurado fue otorgado al filme An officer and a spy del francopolaco Roman Polanski.
El thriller político sobre el proceso a finales del siglo XIX contra el militar francés Alfred Dreyfus, acusado injustamente de espionaje, puede ser comparado con la situación personal del legendario cineasta, de 86 años, quien no asistió a la premiación. El galardón fue recibido por su esposa, la actriz Emmanuelle Seigner, quien en nombre de Polansky agradeció con tono emocionado a los productores actores y a todo su equipo
de trabajo.
La presidenta del jurado explicó luego a la prensa que afortunadamente no hubo unanimidad
en la disertación de los calificadores y reiteró que la decisión fue fruto de muchas conversaciones libres y abiertas sobre el cine.
Lo peor que se puede hacer a una persona es separarla de su obra
, explicó a propósito de Polanski. Ciertos temas que aparecieron en los diarios no nos involucraron
, subrayó, por otro lado el cineasta italiano Paolo Virzi, juez.
El premio al mejor actor fue otorgado al italiano Luca Marinelli por su actuación de Martin Eden, y el de mejor actriz, a la francesa Ariane Ascaride por Gloria Mundi.
Martinelli, quien interpreta a un marinero que se libera a través de la lectura y la cultura, dedicó su premio a todos los que salvan a las personas en el mar
en referencia a los cientos de migrantes que pierden la vida al intentar atravesar el Mediterráneo.
Recordó que proviene de una familia de inmigrantes italianos que huyeron a Francia por hambre y miseria
; en tanto, Ascaride, nieta también de inmigrantes, dedicó su galardón a aquellos que viven para la eternidad en las profundidades del Mediterráneo
.
Ninguno de los dos realizadores latinoamericanos que compitieron, el chileno Pablo Larraín y el colombiano Ciro Guerra, fueron mencionados, mientras el joven director chileno español Théo Court, con Blanco en Blanco, sobre el genocidio de los nativos de la Patagonia, obtuvo el premio a la mejor dirección de la sección Horizontes.