Domingo 8 de septiembre de 2019, p. 18
Nasáu. Miles de personas desplazadas viven en condiciones de deterioro rápido
en las partes más afectadas de las Bahamas seis días después de que el huracán Dorian tocó tierra, advirtió el sábado el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de Naciones Unidas.
Grupos de ayuda apresuraban el apoyo de emergencia a las islas devastadas por la tormenta y autoridades advirtieron que la cifra oficial de 43 muertos probablemente aumente a medida que el número de desaparecidos se aclare.
Aun tras la llegada de buques y aviones de ayuda, miles huían de la devastación, algunos dejando la isla de Gran Ábaco para buscar seguridad en la capital, Nasáu. Otros cientos llegaron en un crucero al sur de Florida en busca de refugio.
Cerca de 90 por ciento de las viviendas, edificios e infraestructura resultó dañado en Marsh Harbour, donde la tormenta impactó durante casi dos días completos, dijo el PMA. Dorian es uno de los huracanes más fuertes de los que se tiene registro en el Caribe.
La agencia apuntó que miles de personas estaban alojadas en un edificio del gobierno, un centro médico y una iglesia anglicana que sobrevivieron a las tormentas, pero que tenían poco o ningún acceso a agua, energía e instalaciones sanitarias.
Las necesidades siguen siendo enormes
, dijo el portavoz del PMA, Herve Verhoosel, en un correo electrónico el sábado. Las evacuaciones se realizan lentamente en ferry y cientos de residentes huyen diariamente
.
La Guardia Costera y la Marina estadunidense enviaron suministros y ya habían rescatado a unas 290 personas de áreas aisladas en las islas afectadas por la tormenta.
Cerca de 70 mil personas necesitaban comida y refugio, estimó el PMA. Entidades privadas calcularon que 3 mil millones de dólares en bienes asegurados fueron destruidos o dañados en el Caribe.
Dorian también golpeó partes de las Islas Outer Banks de Carolina del Norte el viernes y continuaba hacia el norte a lo largo de la costa atlántica de Estados Unidos.
Toca tierra en Canadá
Dorian tocó tierra el sábado por la noche al sur de Halifax, en la provincia canadiense de Nueva Escocia, acompañado de lluvias torrenciales y de olas hasta de 20 metros, según los servicios meteorológicos.
El meteoro entró en el continente reducido a ciclón postropical
según el Centro Canadiense de Huracanes, que considera que la tormenta sigue siendo peligrosa a causa de la fuerza de sus vientos.