Londres. El primer ministro británico, Boris Johnson, estaba determinado ayer a encontrar un nuevo acuerdo con Bruselas para la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea (UE), luego de que el Parlamento descartó la posibilidad de un Brexit sin acuerdo y rechazó las elecciones anticipadas para salir del bloqueo.

Johnson recibió a Arlene Foster y Nigel Dodds, líderes del Partido Unionista Demócrático, su aliado clave en el Parlamento hasta que perdió la mayoría la semana pasada.

Evitar la reinstauración de una frontera entre la provincia británica de Irlanda del Norte y la República de Irlanda (país miembro de la UE) es el punto más conflictivo del acuerdo que negoció la ex primera ministra Theresa May con Bruselas y que Johnson quiere cambiar.

Asimismo, David Frost, enviado especial de Johnson, mantendrá conversaciones con los negociadores europeos jueves y viernes, y se celebrarán reuniones por separado en Bruselas.

Iré a esa cumbre crucial en Bruselas el 17 de octubre y no importa cuántos dispositivos invente el Parlamento para atarme las manos, me esforzaré por llegar a un acuerdo en aras del interés nacional, sostuvo Johnson tras perder su principal arma negociadora: la amenaza de un Brexit duro que tendría caóticas consecuencias económicas para el país.

El pasado lunes, la reina Isabel firmó una ley aprobada la semana pasada por una alianza rebelde de legisladores, que lo obliga a pedir una nueva prórroga del Brexit si el 19 de octubre no hay un acuerdo con Bruselas, o los diputados aprueban un divorcio en bruto.

Esto último es más que improbable pues, antes de ser suspendido hasta el 14 de octubre, el Parlamento negó a Johnson la posibilidad de celebrar elecciones anticipadas para intentar recuperar la mayoría que perdió por la rebelión y expulsión de 21 diputados conservadores.

No pediré otro aplazamiento, insistió el gobernante.