Domingo: ¿caída de un dios de la ópera?
ace un mes la agencia Associated Press (Ap) dijo tener el testimonio de nueve mujeres que aseguran haber sufrido acoso sexual de Plácido Domingo. Pidieron anonimato porque siguen trabajando en el mundo de la música clásica y temen represalias. Sólo una, la mezzosoprano retirada Patricia Wulf, hizo público su caso.
Por la seriedad de que goza Ap, los principales medios de comunicación le dieron amplia cobertura. Esto despertó indignación en España, donde figuras destacadas del espec-táculo encabezan una campaña en defensa del cantante, de 78 años, al que definen de ‘‘todo un caballero’’.
Además, critican a Ap de propalar ‘‘denuncias anónimas’’. Para justificar los presuntos abusos de Domingo, el dramaturgo Albert Boadella sostuvo que ‘‘las manos de un macho no están para estar quietas precisamente. De lo contrario los humanos no existiríamos como especie’’.
El tenor dijo que los relatos de esas mujeres eran ‘‘inexactos tal como se presentaban”; que ‘‘ciertos comportamientos del pasado se juzgan hoy con otras reglas y valores’’. Y acusó a la Ap de encabezar una campaña para denigrarlo.
En respuesta, hace una semana dicha agencia reveló tener el testimonio de otras 11 mujeres supuestamente agredidas y publicó los de dos de ellas: la soprano Angela Turner Wilson y Melinda McLain, ex coordinadora de producción de la Ópera de Los Ángeles.
Aseguró también poseer relatos de trabajadores que atestiguan ‘‘un patrón de comportamiento inadecuado del tenor’’. Entre ellos de la Ópera de Los Ángeles, de la cual Domingo es director desde 2003. Afirman que su conducta ‘‘era conocida por todos” y que los directivos de la institución lo sabían.
Los testimonios refieren abusos cometidos en Estados Unidos, donde las presentaciones de Domingo fueron canceladas, con excepción de una próxima en Nueva York. Ahora se cuestiona su participación en la apertura de los Juegos Olímpicos de Tokio el año próximo.
¿Es la caída de un dios de la ópera?