En 39% de los casos la tripulación no siguió los parámetros de los manuales, según reporte de la DGAC
Viernes 13 de septiembre de 2019, p. 38
De 2013 a 2018 se registraron 50 accidentes de helicópteros en los cuales 44 personas perdieron la vida, entre ellos 13 tripulantes y 31 pasajeros. De acuerdo con el más reciente reporte estadístico de accidentes ocurridos en este tipo de aparatos la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), indica que en 58 por ciento fueron porfallas de la tripulación.
En 39 por ciento de los casos se registró una falta de apego a los procedimientos operacionales, tales como el realizar los cálculos de límites y rendimientos operacionales fuera de lo parámetros establecidos en los manuales de la aeronave o en la reglamentación nacional e internacional, entre otros.
“La mayor parte de los accidentes se encuentra en la fase de vuelo en ‘crucero’, y es donde se halla el mayor número de fatalidades aunado al incremento de aeronaves destruidas, de ahí la importancia de una planeación del vuelo”.
En este periodo el número de aeronaves se incrementó en la nación. En 2013 había 505 helicópteros matriculados y para 2018 se contabilizaron 792 aparatos, el volumen de operaciones reportados por los distintos operadores o prestadores de servicios ha disminuido para los de ala rotativa.
De acuerdo con la Ley de Aviación Civil, las aeronaves civiles mexicanas tendrán como matrículas XA para las de servicio público de transporte aéreo; XB, para las de servicios privados, y XC, para las aeronaves oficiales, distintas de las militares.
En total fueron 12 los accidentes de los helicópteros de servicio público con registro de matrícula XA. Derivado de los accidentes, cuatro aeronaves quedaron destruidas a consecuencia del impacto contra el terreno y la posterior presencia de fuego, ocurriendo durante el vuelo en crucero
sin que se contara con algún servicio de emergencia.
De acuerdo con el documento, la mayor parte de estos accidentes son en el centro de la República, si bien pudiera significar una relación con respecto a la orografía, ésta no es un factor en estos accidentes. Los estados donde han ocurrido estos accidentes en su mayoría son en entidades del centro del territorio nacional: Ciudad de México, Puebla, estado de México y Michoacán principalmente.
La mayoría de los accidentes en fase de vuelo crucero
, sin que hayan sido factor causal las condiciones meteorológicas, tanto la presencia de ráfagas de vientos o la baja visibilidad por presencia de niebla o neblina.
“Conocer las condiciones meteorológicas no sólo de la estación de salida, sino de las rutas es muy importante para la mejor toma de decisiones y saber decir no
cuando el vuelo no reúna las condiciones mínimas de seguridad operacional, principalmente cuando se opera en lugares en los que no se tiene familiarización con el terreno o no se conoce cabalmente el comportamiento del clima en la zona. Asimismo, el exceso de confianza puede significar que la tripulación cometa violaciones en los procedimientos de vuelo”.