Martes 17 de septiembre de 2019, p. 34
Santa Cruz Papalutla, Oax., Diez indígenas zapotecos y la estadunidense Aline Hunziker desarrollan el proyecto de popotes elaborados de carrizo Chica Tiki, un esfuerzo para mitigar la contaminación que daña al medio ambiente y es causante del cambio climático.
Se trata de una iniciativa de Hunziker que surgió el año pasado y ha ido creciendo, pues para 2019 se asoció con Asunción Martínez Cruz, zapoteca originaria del municipio de Santa Cruz Papalutla, ubicado en el Valle de Tlacolula, a 30 kilómetros de la ciudad de Oaxaca.
La estadunidense explicó que la idea de este proyecto nació de la preocupación de ella y de su esposo por buscar materiales amigables con la naturaleza para utilizarlos en un bar de la capital del estado.
Al principio comenzó a utilizar carrizos cercanos a su vivienda y después contactó a Martínez Cruz, originaria de Santa Cruz Papalutla, localidad conocida por la elaboración de artesanías a base de ese material orgánico.
En Santa Cruz, Asunción Martínez se asoció con Aline Hunziker, quien le explicó el proyecto, el cual además de buscar reducir los altos índices de contaminación, plantea que colaboradores y empleados tengan una remuneración adecuada.
Martínez Cruz recordó que Hunziker la buscó y habló acerca de la iniciativa; luego platicó con su esposo, quien musicaliza eventos sociales y ambos estuvieron de acuerdo en asociarse con la estadunidense.
Aline Hunziker les enseñó el método de elaboración, el cual aprendieron y mejoraron para alcanzar una manufactura de calidad en menor tiempo.
En entrevista, Asunción Martínez comentó que Popotes Chica Tiki ha ido creciendo y económicamente les ha favorecido, pero más allá de eso, se está haciendo un bien al ambiente, pues cada vez son más los negocios que los buscan para adquirir el producto, lo que quiere decir que las pajillas de plástico se están vendiendo menos
.
Agregó que en un principio sólo trabajaban ella y su esposo, pero la demanda de los popotes aumentó y fue necesario contratar a un grupo de personas, entre ellas su vecino.
Al proyecto se han ido sumando otros habitantes de la localidad; también se cuenta con la colaboración de aliados
en la ciudad de Oaxaca que ofrecen el producto en distintas tiendas.
Donaciano Sánchez López, artesano de Papalutla, se dijo orgulloso de participar en esta propuesta, pues es en beneficio del medio ambiente, ya que estas pajillas tienen una duración más prolongada y cuando son desechadas se degradan rápidamente.
En tanto, Gerardo Vargas Santiago, cantinero del bar La Selva, uno de los establecimientos en los que se ha comenzado a utilizar los popotes de carrizo en Oaxaca capital, refirió que la utilización de este producto ha venido de menos a más en los últimos meses.
Aline Hunziker, creadora del proyecto, refirió que la aceptación ha ido creciendo y que existe interés de empresas de las ciudades de México, Mérida, Yucatán y Guadalajara, Jalisco, entre otras.
Pero lo más importante, subrayó, es que hay personas o colectivos que han solicitado información para conocer el método de creación de los popotes, el cual ha compartido, pues, puntualizó, el principal motivo de esta iniciativa es ayudar a mejorar el medio ambiente.