l mercado de hidrocarburos fue atacado el sábado en una de las zonas más conflictivas entre países que luchan por tener territorios para poder desarrollar una industria energética con base en la venta de esos productos o permitir el paso de ductos. Ese día el conflicto alcanzó una intensidad inusitada ante el ataque a Arabia Saudita en instalaciones petroleras de Aramco en Abqaiq y Khurais. En primera instancia las agresiones fueron adjudicadas a los rebeldes hutíes en Yemen.
El sábado, al realizar el ataque, no se midió la magnitud económica real y fue una noticia que en muchas latitudes no fue considerada importante hasta que el domingo a las 17:30, hora central de México, cuando los mercados asiáticos abrieron, se pudo observar el primer termómetro para evaluar el daño. La reacción fue que los precios del petróleo llegaron a los 60.17 y hasta los 71 dólares por barril.
Estados Unidos, por medio de su presidente, declaró que el ataque fue perpetrado por Irán, pero sin tener conocimiento exacto. Solicitó autorización para hacer frente a la situación en caso de que Arabia Saudita no pueda cubrir la demanda de crudo en el corto plazo. La estrategia es usar las reservas de crudo (EU tiene las más grande del mundo, las cuales actualmente son de casi 645 millones de barriles, según el sitio web del departamento de EU. La reserva consta de 395 millones de barriles de crudo agrio pesado y 250 millones de barriles de petróleo dulce ligero) ante la falta de certidumbre del daño y el tiempo que llevaría la reparación de las afectaciones. Esta acción golpeó el precio del petróleo y lo mantuvo en una banda de los 64 a 67 dólares por barril.
A las 2 de la madrugada (tiempo de México del día lunes 16 de septiembre) abrió el mercado europeo con un precio de 67 dólares y manteniéndolo en una banda de 64 a 65 dólares por barril ante la falta de información precisa.
A las 8 de la mañana (tiempo de México) los mercados de Estados Unidos, empezando por la bolsa de Nueva York, abren y el precio del barril se mantiene por unas horas en la misma banda y después empieza a incrementar ante la declaración de Washington y Arabia Saudita sobre que el ataque provino de Irán y en conjunto con la incertidumbre de no saber el tiempo que tardará la reparación y puesta en marcha de la zona afectada, incrementa el precio y cierra a 68 dólares en EU. En Asia se replica esta situación al abrir los mercados el martes 17, debido a la incertidumbre de las acciones que podrían tomar Estados Unidos y Arabia Saudita, y el tiempo que les llevaría retornar a la normalidad.
Consecuencias:
• EU autorizó el uso de reservas de crudo para mitigar el precio de barril. Un precio alto del precio del barril, por arriba de 70 dólares, incrementaría los precios de los combustibles y colapsaría la economía. La OPEP se beneficia con un precio por arriba de los 65 dólares.
• Es probable que los precios de la gasolina aumenten de 10 a 25 centavos por galón a principios de esta semana en Estados Unidos, debido al incremento de entre 12 a 15 por ciento en los futuros cotizados este lunes. Recordemos que hoy se compra el crudo y entrega en un periodo para refinar.
• Irán, en caso de haber realizado el ataque como estrategia de presión a Estados Unidos para que le permita vender su crudo, podría quedar mal parado con sus aliados de China (que está negociando actualmente con EU) y Rusia, la cual pretende mantenerse neutral en la zona.
México qué gana o pierde:
• El precio de las gasolinas no aumentará, debido a que la formula actual indica que el mecanismo de estímulo al precio se activa cuando el precio de referencia se incrementa, dando lugar a una disminución de la captación de ingresos por medio del IEPS, la cual puede ser compensada por el incremento del precio del barril de exportación. Recordemos que actualmente existe un precio objetivo para no incrementar la inflación que es controlada al activar el estímulo.
• Es una buena oportunidad para México debido a que el mercado energético requiere y tiene necesidades. En ese contexto Pemex y CFE no podrán cubrir de corto plazo sus metas. Además que estamos geográficamente en un lugar no bélico. Sólo tendríamos que volvernos atractivos, dar certeza al mercado para poder recibir inversión, debido a que el dinero buscara lugares seguros y que brinden certeza financiera.
México tiene una oportunidad que no puede desaprovechar. Lo que es innegable es que requiere un plan de largo plazo que involucre a los poderes Ejecutivo y Legislativo; así como a las empresas productivas del Estado y de la sociedad, debido que no tenemos capacidad para almacenar crudo, gas u otra materia prima para transformar en energía.
Imaginemos que el ataque hubiera ocurrido en México, ¿qué hubiéramos hecho?
* Grupo Caraiva-León & Pech