Jueves 19 de septiembre de 2019, p. 37
Zacatecas, Zac., Una familia del municipio de Mazapil huyó de Zacatecas luego de que el pasado primero de septiembre un comando secuestró a Bernardo Ríos Esparza, productor agropecuario por quien sus captores exigen 50 millones de pesos. Este miércoles los nietos, hijos y esposa del hombre pidieron auxilio al presidente Andrés Manuel López Obrador.
La parentela de Ríos Esparza decidió hacer público el plagio, pues aunque se interpuso una denuncia ante la Fiscalía General de Justicia del Estado y se solicitó apoyo al Ejército mexicano, no ven resultados.
Integrantes de la familia sospechan que la privación ilegal de la libertad de Ríos Esparza estaría relacionada con la mina Peñasquito, a la cual Ríos Esparza, como integrante del ejido Cerro Gordo, arrendó sus tierras en septiembre de 2005.
Cuatro años después, en 2009, junto con otros 28 integrantes del ejido Cerro Gordo, Ríos Esparza promovió ante el Tribunal Unitario Agrario de Zacatecas (TUAZ) un juicio de nulidad para disolver el contrato de arrendamiento con la mina Peñasquito, pues descubrieron que les habían pagado sólo 50 centavos por metro cuadrado (rentaron 599 hectáreas). El tribunal determinó que la trasnacional debía pagar una indemnización de 130 millones de pesos a los 29 ejidatarios y restituirles sus tierras.
La minera impugnó el fallo, pero en enero de 2013 el Tribunal Superior Agrario del país ratificó la sentencia del TUAZ. Sin embargo, la minera no podía devolver las tierras porque esa superficie abarca gran parte del tajo a cielo abierto, corazón del enclave minero que incluye 5 mil 462 hectáreas arrendadas a distintos ejidos.
Comenzó entonces un cuestionado proceso de negociación extralegal
y en 2015 la empresa llegó a un acuerdo secreto
para pagar a los 29 ejidatarios una suma que, se especuló, rondó mil millones de pesos.
Al igual que la mayor parte de los ejidatarios, Bernardo del Río Esparza decidió adquirir algunas fincas y camiones a fin de trabajar para la empresa minera en el acarreo de materiales.
El secuestro de Bernardo del Río Esparza y el desplazamiento forzado de su familia ocurre justo cuando se reactiva el conflicto social con la minera y cientos de campesinos del ejido San Juan de Cedros han bloqueado los accesos a Peñasquito.