Ganó todo. Tocó el techo del futbol internacional con el Barcelona, Rafael Márquez evoca los años en los que se convirtió en el segundo jugador con más éxitos en Europa, sólo un peldaño abajo del pentapichichi Hugo Sánchez, a quien tuvo como referente de éxito.

Márquez sólo puede narrar su biografía a partir del Barcelona, porque ahí fue donde conoció el sabor de levantar una copa de Liga de Campeones de la UEFA en dos ocasiones. Donde se consolidó en una era inolvidable del club azulgrana, donde confluyeron personajes como Ronaldinho, Pujol y, sobre todo, el ascenso de un joven argentino, Lionel Messi.

Gracias a lo que hice en el Barcelona tengo las puertas abiertas en todas partes, dijo el ex jugador, quien recordó momentos imborrables en el club azulgrana, entre ellos, el ascenso y consolidación de Messi.

Desde los juveniles nos sorprendió. Ver el proceso de crecimiento fue increíble, recordó durante una conferencia en un centro comercial en el sur de la Ciudad de México; escuchábamos que estaba en el Barça B rompiéndola y que era el nuevo Maradona.

Márquez atesora el privilegio que todo jugador quisiera experimentar, compartir la cancha y vestuario con las estrellas internacionales del futbol. Incluso anécdotas que en su momento fueron episodios difíciles. El michoacano recuerda con cierto humor un episodio ríspido cuando ocurrió, divertido para él al paso de los años. Tuvo un roce con el astro argentino durante una jugada, en la que el mexicano le pedía la pelota y Leo no quiso desprenderse del balón.

Empezamos a discutir y al final se calmó por la jerarquía que yo tenía. Somos buenos amigos y lo admiro mucho.

Márquez también evoca la huella que dejó en la selección mexicana, donde vio el crecimiento de muchos jugadores y sus momentos de gloria, discreción y renacimiento. Por eso no dejó pasar la trayectoria de Javier Chicharito Hernández.

Nunca deja de sorprendernos con su imaginación, con esa mentalidad de querer hacer siempre cosas chingonas.