Domingo 22 de septiembre de 2019, p. 6
Especialistas en educación afirmaron que la aprobación de las tres leyes secundarias de la reforma respectiva representa avances, aunque las soluciones no nos gusten a todos
. Sin embargo, enfatizaron que es necesario profundizar los cambios si queremos una verdadera transformación de fondo del sistema educativo
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Ángel Díaz Barriga, profesor del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación de la Universidad Nacional Autónoma de México, destacó que los que critican la decisión de otorgar plaza a egresados normalistas, desconocen ampliamente las bases pedagógicas, de conocimiento curricular y de práctica docente que conlleva la formación de maestro
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Consideró que la aprobación del nuevo marco regulatorio –que falta ser ratificado en el Senado– generó un enorme desgaste político al gobierno por tratar de buscar consensos que al final sólo propiciaron un doble desgaste y leyes con falta de coherencia y de un proyecto claro
. No obstante, destacó que el verdadero foco rojo es que la actual administración acabe como en el sexenio pasado, con una nueva propuesta educativa, pero que se deja para el último momento
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A parte, Bernardo Naranjo, ex consejero del extinto Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, aseguró que las nuevas leyes generan mayor incertidumbre, porque se han eliminado las reglas con que se buscó que ingresaran al servicio docente quienes nos interesaba que estuvieran en las aulas, es decir, los más talentosos y con vocación
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Afirmó que al eliminar las evaluaciones de ingreso y promoción en el servicio docente se perdió algo bueno que era altamente valorado entre los docentes
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Juan Manuel Rendón, ex director de la Benemérita Escuela Nacional de Maestros, afirmó que si bien hay reconocimiento a la tarea docente como profesión de Estado, en ninguna parte del marco normativo se establece que se aplicarán pases automáticos a los egresados de las normales
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Subrayó que mucho de lo que está en las leyes, quizá no es lo que hubiéramos deseado, porque tanto en conceptos como en procesos no llegan a plantear una transformación de fondo del sistema educativo; se debe seguir avanzando en el diseño de procesos más claros para la selección de quienes ingresen a las normales, a fin de que no se limite a un examen estandarizado
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