En la Organización de Naciones Unidas, el gobierno de México llamará la atención de la comunidad internacional sobre la necesidad de reducir de manera significativa el flujo de armas ilícitas hacia 2030, como se han comprometido los países miembro de esta organización.

En el documento oficial sobre la posición de México ante el 74 periodo de sesiones de la Asamblea General de la ONU, se expone que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador planteará a los estados miembros atender la meta 16.4 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), para de aquí a 2030 reducir significativamente las corrientes financieras y de armas ilícitas, fortalecer la recuperación y devolución de los activos robados y luchar contra todas las formas de delincuencia organizada.

A su vez, la administración mexicana impulsará la aplicación de las convenciones y mecanismos internacionales y regionales sobre el tráfico ilícito de armamento, lo que incluye el Tratado sobre Comercio de Armas (ATT), mecanismo que el gobierno estadunidense ha dicho que no ratificará.

Al tomar la tribuna en la Asamblea de la ONU, el presidente Donald Trump afirmó que “por ninguna circunstancia Estados Unidos permitirá que las entidades internacionales pasen por arriba de los derechos de nuestros ciudadanos, incluyendo su derecho de autodefensa.

En contraste, México llegó a esta cita anual con la meta de que, desde sus mandatos específicos, se debe trabajar contra el desvío de arsenal desde el Tratado sobre Comercio de Armas, Programa de las Naciones Unidas para prevenir, combatir y eliminar el tráfico ilícito de armas pequeñas y ligeras en todos sus aspectos, el Protocolo contra el Tráfico Ilícito de Armas de la Convención de Palermo y la Convención Interamericana contra la Fabricación y el Tráfico Ilícito de Armas de Fuego, Municiones, Explosivos y otros Materiales Relacionados.