sensorial
El realizador ofreció clase magistral de casi cuatro horas en la UNAM
Jueves 26 de septiembre de 2019, p. 8
Antes de hacer una película, Alejandro González Iñárritu necesita conocer el género musical al que podría trasladarse su historia.
El cineasta, quien en otras ocasiones ha manifestado su gusto por este arte y ha llegado incluso a afirmar que se siente más musicólogo que cinéfilo, explicó que para él una cinta debe tener ciertas reglas y ritmo, y no es hasta que los identifica que puede empezar a construir.
González Iñárritu no estudió cine, así se lo explicó a los jóvenes que asistieron a la clase magistral que ofreció en la Escuela Nacional de Artes Cinematográficas (ENAC). Al principio se inscribió a derecho, después intentó en comunicación y de ahí pasó a la radio, época en que el director comenzó a poner énfasis en la música, tanto en sus proyectos como en su vida.
El director de Birdman calificó a dicha etapa de experimentación
, que desarrolló al incursionar en la publicidad. Durante aquel tiempo, le surgieron ideas que casi nunca podía llevar a cabo, lo que lo condujo a intentar dirigir. Creo que es importante en un momento dado correr el riesgo. En lo personal, siento que el conocimiento es importante, pero considero que el cine es más bien un acto de necesidad
, puntualizó.
Importancia de los maestros
Sin embargo, el guionista destacó la importancia de los mentores, pues considera que nadie se hace solo. En su caso, fue el director de teatro Ludwik Margules, de quien aprendió más que de sus conocimientos técnicos, de su sabiduría
.
González Iñárritu, quien se considera mal maestro, destacó la importancia de admitir que se es ignorante para aprender.
Evocó algunas de las frases que su mentor le transmitió: “si tú no llegas a un set más preparado que todos lo que están alrededor tuyo, y conoces todo lo que tienen que saber ellos, entonces vete a otra parte”.
El cineasta contó a los jóvenes que para llegar a Amores perros tuvo que pasar por un largo proceso de preparación. Durante 12 años la experiencia que acumuló lo llevó al punto de querer hacer el largometraje. Reveló que del filme quería obtener una sola cosa: una escena que me gustara
.
Dicha meta fue para el director lo que definiría si continuaba o no por el camino del cine. No obstante, y aunque la escena existió, el ganador de varios Óscares aclaró que no ha visto su película en años y que no le gustaría hacerlo, pues teme no soportar el sonido o la textura de su ópera prima. Además, con esa cinta el director buscaba conseguir una experiencia sensorial
. Sostuvo que para él tenía que sonar como Sticky Fingers de los Rolling Stones.
Afición por los retos
Al hacer el repaso de su carrera, González Iñárritu sostuvo que una de las razones por las que decidió probar suerte en Estados Unidos fue su afición por los retos. El cineasta precisó que ese tipo de decisiones las ha tomado durante toda su vida. Muestra de ello es la variedad temática de sus películas.
Agregó que para él, el cine debe partir de qué es lo que te habla a ti, todo empieza con una idea
. Afirmó que sí toma en cuenta al público y que quien afirma lo contrario, miente, pues hacemos cine para los demás
. Sin embargo, aclaró que nunca lo hace al principio de sus proyectos.
El director de Babel condenó el exceso de representación que tiene la violencia en el cine. Cuando se muestra sin una consecuencia es algo inmoral, porque ejercerla tiene efectos tanto para el que la ejecuta como para el que recibe
, abundó. Puntualizó que se debe abordar cuando sea necesaria
.
En la cátedra, de casi cuatro horas, el también presidente del jurado del pasado Festival Internacional de Cine de Cannes, compartió con los estudiantes anécdotas y experiencias que ha ido acumulando y lo han marcado como cineasta. Los jóvenes de la ENAC le preguntaron sobre sus procesos creativos, la labor social del cine y su forma de trabajar.
González Iñárritu será investido hoy doctor honoris causa por la Universidad Nacional Autónoma de México. En este contexto es en el dictó la conferencia magistral.