Viernes 27 de septiembre de 2019, p. 25
En una votación dividida, el Banco de México (BdeM) decidió reducir en un cuarto de punto, a 7.75 por ciento, la tasa de interés de referencia.
Una baja en la tasa de referencia busca generar un estímulo a la actividad económica –que se mantuvo estancada en el mes de julio– al reducir el costo del financiamiento para que las empresas realicen inversiones o los consumidores utilicen crédito para la compra de bienes o el pago de servicios.
Dos miembros de la junta de gobierno del BdeM –integrada por el gobernador Alejandro Díaz de León Carrillo y los subgobernadores Javier Eduardo Guzmán Calafell, Irene Espinosa Castellano, Gerardo Esquivel Hernández y Jonathan Heath Constable– votaron por disminuir la tasa en medio punto, a un nivel de 7.50 por ciento. El nombre de quienes se manifestaron en ese sentido será conocido en dos semanas, cuando el banco central publique la minuta de la reunión de este jueves.
Pese a que el BdeM estima un mejor crecimiento en el segundo semestre de 2019, indica que prevalecen los riesgos de que la economía siga a la baja.
En cuanto a los riesgos que pudieran afectar el desempeño de la actividad financiera en México, consideró que persiste la incertidumbre asociada a la relación bilateral entre México y Estados Unidos y respecto de las perspectivas crediticias, tanto para la calificación de la deuda de Pemex como la soberana.
Riesgos para el crecimiento
El entorno actual sigue presentando importantes riesgos que pudieran afectar las condiciones macroeconómicas del país, su capacidad de crecimiento y el proceso de formación de precios en la economía, advirtió.
El banco central no cambió su evaluación del balance de riesgos para la inflación, que considera como marcadamente
incierto.
Destacan, entre los peligros al alza, la persistencia a disminuir de la inflación subyacente, que excluye a los productos agropecuarios y los combustibles, y episodios de volatilidad en el tipo de cambio.
A la baja, se menciona que se amplíen las condiciones de holgura (asociado a menor crecimiento económico) o que el tipo de cambio se beneficie por menores tasas de interés externas.
Además de las consideraciones sobre el ámbito inflacionario, la decisión adoptada también responde a los acontecimientos en el panorama global, así como al relajamiento monetario que han llevado a cabo diversos bancos centrales.
Durante su reunión del 17 y 18 de septiembre, la Reserva Federal realizó un recorte de 0.25 puntos porcentuales, y días antes el Banco Central Europeo anunció un paquete de medidas que además de la disminución de tasas contemplan el reinicio de la expansión cuantitativa y mayores estímulos a su programa de prestamos dirigidos.
Por último, el consenso de los analistas estima que al cierre de 2019 la tasa de referencia del Banco de México cerrará en 7.50 por ciento.