Luego de que la administración pasada emitió los polémicos decretos de reservas de agua (en junio de 2018) para 295 cuencas y levantó las vedas en 108, se han otorgado 362 concesiones de líquido, sobre todo para uso agrícola. Esto ocurrió aunque el presidente Andrés Manuel López Obrador en campaña dijo que esos acuerdos se cancelarían. Ahora se planea establecer esa figura en todo el país.

Esto señaló el subdirector de Administración del Agua de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), Eugenio Barrios, en entrevista. Debido a que las reservas se mantendrán ya se emitió un decreto, que otorga el derecho humano de 100 litros por día por persona, y se establecerá una programación hídrica para concesionar 30 por ciento de la que queda libre en esas cuencas a partir del año próximo, explicó.

Detalló que 91 de los derechos de explotación entregados corresponden a las 108 cuencas en las que con esos decretos se levantaron las vedas para establecer las reservas hídricas. Explicó que los títulos se otorgaron porque ya había un dictamen o porque los solicitantes se adhirieron, para renovarlas, al decreto de facilidades administrativas que venció en diciembre.

Precisó que 90 por ciento de las licencias fueron para uso agrícola, y de ese porcentaje, 96 por ciento son para pequeños productores. Apuntó que el volumen que se ha concesionado es de 101 millones de metros cúbicos (0.25 por ciento del que se puede permitir explotar a terceros en esas cuencas). Por un error se registró un título en Chilón, Chiapas, de 129 millones de metros cúbicos, pero son 129 mil.

Explicó que hay dos concesiones industriales otorgadas por 144 mil metros cúbicos al año. Una es la Costa Chica de Guerrero, para Juvencio Ortiz, y la otra del río Pánuco, para la empresa Silkimya, ubicada en Tamaulipas. De las concesiones, 218 fueron dictaminadas antes de los decretos, y 60 se dictaminaron entre julio y diciembre, no es que haya un proceso de acaparamiento de agua, apuntó. Hay pendientes unas 175 solicitudes. Recordó que con los decretos de reservas hídricas –en los cuales trabajó durante años como parte de la organización Fondo Mundial para la Naturaleza– se protege 40 por ciento de toda el agua superficial del país. Las vedas eran anacrónicas porque se establecieron en los años 30 y 50 del siglo pasado, han creado una serie de vicios en el manejo del líquido y con las reservas se aparta el recurso que nadie puede tocar para el ambiente, una cantidad para consumo humano y el resto es concesionable, se protege 70 por ciento del volumen total.

Sostuvo que no se pueden negar concesiones, legalmente no hay límite para ellas y se entregan al primero que la solicite. Recordó que el compromiso de la administración fue detener esos trámites, pero si hay agua se debe dar el título, para negarlo se requieren otros instrumentos. Que haya una reserva, por ejemplo. La programación se establecerá en el Programa Nacional Hídrico donde se presentarán las condiciones para dar los derechos de explotación, respetar las condiciones ecológicas de la reserva, que no haya acaparamiento y respetar el derecho humano a este recurso.