Los recursos, de un superávit del Parque Fundidora
Martes 1º de octubre de 2019, p. 30
Monterrey, NL., Después de 76 años de funcionamiento, este lunes cerró definitivamente el penal de Topo Chico, con el traslado de los últimos 150 internos hacia el Centro de Rehabilitación Social (Cereso) de Apodaca. El gobierno del estado informó que la vieja cárcel será rehabilitada para recorridos gratuitos.
Previo al traslado de internos, reporteros y autoridades pudieron ingresar al penal, donde aún se encontraban pertenencias de los reos, como ropa y comida.
Tras la visita, el gobernador Jaime Rodríguez Calderón; el secretario general de Gobierno, Manuel González; el asesor en políticas penitenciarias Eduardo Guerrero y uno de los reos, Carlos Mejorado Uribe, encabezaron la ceremonia de clausura del penal de Topo Chico, justo en las canchas en donde 49 personas fueron asesinadas durante un motín ocurrido en febrero de 2016.
Según el mandatario estatal, en la zona de 10 hectáreas que comprendía el reclusorio se construirán un complejo de parques y el Archivo Histórico del estado.
El megaparque contará con áreas verdes, explanadas de arte, zonas deportivas, de juegos e infraestructura inclusiva, así como fuentes interactivas y árboles multicolores, de acuerdo con el plan del Fideicomiso de Proyectos Estratégicos (Fideproes) del gobierno estatal.
Rodríguez Calderón explicó que para su edificación utilizará recursos cedidos por la administración del Parque Fundidora, que presentó este año un superávit de 50 millones de pesos.
Comentó que el presidente del Parque Fundidora, Artemio Garza Rodríguez, le informó del excedente y se encargará de gestionar esos recursos para el nuevo proyecto.
“Dijo: ‘Nos quedan 50 millones de pesos que queremos invertir en otro parque’, y yo respondí: ‘Ya chingamos, compadre. En el parque Topo Chico. Estaba buscando cómo empezarlo”, declaró.
En su oportunidad, Mejorado Uribe declaró que en los últimos meses se sentía más seguro
en el penal de Topo Chico. Quiero agradecer al gobernador y autoridades que propiciaron este cambio porque pusieron atención y realmente hicieron lo necesario para que sucediera esta transformación
, añadió.
Tras la ceremonia de clausura, a la que acudieron organismos civiles y vecinos de colonias aledañas, los últimos presos fueron trasladados en un convoy vigilado por autoridades policiales y de derechos humanos.