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Tejido social debilitado

Expertos instan a gobiernos y redes sociales a frenar el discurso de odio a los migrantes
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▲ La activista Bianka Rodríguez, directora de la ONG salvadoreña COMCAVIS Trans, recibe el premio Nansen para los Refugiados 2019 de manos de Filippo Grandi, alto comisionado de la ONU, ayer en la embajada de Noruega en México.Foto María Luisa Severiano
 
Periódico La Jornada
Martes 1º de octubre de 2019, p. 12

Una treintena de expertos independientes del sistema de las Naciones Unidas hizo un llamado a los gobiernos del mundo y a las empresas operadoras de las redes sociales a tomar medidas para frenar la propagación de discurso de odio contra migrantes y otros grupos ­minoritarios.

En carta abierta fechada en Ginebra, Suiza, manifestaron su preocupación por el incremento de los mensajes de odio y por el hecho de que figuras públicas, incluidos mandatarios de las naciones, usen mensajes para deshumanizar a diversos sectores.

El discurso de odio, tanto en línea como fuera de ésta, ha exacerbado las tensiones sociales y raciales, incitando a agresiones con consecuencias mortales en todo el mundo, apuntaron en la misiva, difundida ayer en México por la oficina en el país del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

El discurso de odio se ha generalizado en los diferentes sistemas políticos y amenaza los valores democráticos, la estabilidad social y la paz. La promoción de ideas impulsadas por el odio refuerza este tipo de discurso público y debilitan el tejido social de los países, agregaron expertos como los relatores de derechos humanos de los migrantes, Felipe González; sobre libertad de expresión, David Kaye; sobre las formas contemporáneas de racismo y xenofobia, Tendayi Achiume.

Instaron a los funcionarios de abstenerse de difundir el miedo entre el público contra los migrantes o los que se consideran los otros para su propio beneficio político; y mostraron preocupación por el abuso del discurso de odio como un término para socavar el disenso legítimo y destacaron la importancia de promover la libre expresión, el derecho a vivir una vida libre de violencia, a través de la promoción de la tolerancia, la diversidad y la defensa de las opiniones pluralistas.

Además, las empresas tradicionales y las que operan las redes sociales deben garantizar que no ofrezcan plataformas donde se presente un discurso de odio y se incite a la violencia.