Usada suspende al entrenador Alberto Salazar
Miércoles 2 de octubre de 2019, p. a16
Doha. La mexicana Paola Morán se quedó cerca de calificar a la final de los 400 metros del Mundial de Atletismo de Doha, donde a falta de una jornada competitiva, la atención se focalizó en la suspensión de cuatro años para el entrenador estadunidense Alberto Salazar por parte de la Agencia Antidopaje de su país (Usada).
La velocista Morán, subcampeona panamericana, había superado la primera ronda el lunes, pero en semifinales fue cuarta en su serie, con tiempo de 51.08 segundos, ligeramente inferior al 51.02, que es su mejor crono personal y que le permitió la plata en Lima 2019.
En el sumario de los registros, la jalisciense de 22 años obtuvo el noveno sitio, a uno de las ocho clasificadas para la final, a la que accedían las dos primeras de cada serie y las dos con mejor tiempo entre las restantes. Morán tenía el tercer mejor de las restantes, apenas a seis centésimas de la polaca Iga Baumgart-Wigan, quien se quedó con la última plaza.
En tanto, Diego del Real terminó en el sitio 21 en la competencia de lanzamiento de martillo, tras registrar una marca de 73.15 metros. El neoleonés se ubicó en el décimo lugar del grupo A, en la ronda de eliminación. La marca para pasar a la final fue de 76.50 metros. Los polacos Pawel Fajdek, quien arrojó el artefacto 79.24 metros, y Wojciech Nowicki, con 77.89, lideran la prueba hacia la final. Del Real había sorprendido en la final olímpica de Río 2016, donde rozó el bronce y finalizó cuarto. Sin embargo, en el Mundial de hace dos años en Londres ya había quedado también eliminado en la ronda de clasificación.
La jornada se vio manchada al conocerse la suspensión del entrenador estadunidense de origen cubano Alberto Salazar, quien llegó con siete de sus atletas compitiendo en Qatar. Uno de ellos, el también estadunidense Donovan Brazier, se proclamó campeón en 800 metros planos con nuevo récord de la competencia, de 1:42.34 minutos para imponerse al representante de Bosnia y Herzegovina, Amel Tuka (1:43.47) y al keniata Ferguson Cheruiyot (1:43.2).
El sábado se había coronado en los 10 mil metros otra pupila de Salazar, la holandesa nacida en Etiopía, Sifan Hassan, quien se desmarcó del técnico, a quien le fue retirada la acreditación del Mundial.
El foco mediático y la sombra de la duda se posa ahora sobre los atletas del controvertido entrenador y salpica además a Nike, la marca que financia al grupo de atletas de élite de Salazar, nacido en cuba hace 61 años.
La decisión de la Usada, tras una larga investigación, revela que el presidente de Nike, Mark Parker, estaba al corriente de los experimentos de Salazar con un gel de testosterona probado sobre sus propios hijos en 2009.
La marca deportiva manifestó su respaldo a Salazar en su recurso contra la sanción, dictada por la Usada por organización e incitación a una conducta dopante prohibida
. En un comunicado, Nike aseguró que la decisión no tiene nada que ver con la administración de sustancias prohibidas a un atleta del Oregon Project
, a la que vez que reafirmó su rechazo a "la utilización de sustancias prohibidas, sean las que sean”.
El caso adquiere una extensión añadida por el hecho de que el próximo Mundial, el de 2021, se dispuará en Eugene, Oregon, Estados Unidos, la casa de Nike.