Al reiterar sus condolencias por el fallecimiento del Miguel León-Portilla, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo ayer que se homenajeará al historiador según la voluntad de sus familiares. Después se informó que dicho homenaje se realizará a las 10 horas en el vestíbulo del Palacio de Bellas Artes.

‘‘Lo que ellos nos soliciten, el gobierno no va a llevar a cabo acciones sin consulta… En todo esto es mejor ser respetuosos, que la familia sea la que decida hasta dónde se hacen los reconocimientos”, cuya organización corresponde a la Secretaría de Cultura, sostuvo en su conferencia de prensa.

Subrayó que el mejor reconocimiento para personajes tan distinguidos es recordarlos con cariño y, ‘‘en el caso de León-Portilla o de cualquier personaje, lo mejor es leer su obra y tenerlo siempre en un buen sitio”.

En Palacio Nacional, resaltó que León-Portilla fue un ‘‘historiador de primer orden, defensor de los pueblos originarios, estudioso de las culturas prehispánicas, de la filosofía, de la lengua, de la concepción del mundo que tenían las comunidades, los pueblos que se desarrollaron antes de la Conquista... Una institución en esta materia”.

Afirmó que fue muy lamentable su pérdida; ‘‘claro, ya con una edad avanzada, pero siempre un hombre trabajador, vigoroso, lúcido, inteligente. Ese es el recuerdo que tenemos de él y nos da tristeza. Al mismo tiempo, celebramos que un mexicano así haya aportado tanto a la historia de nuestro país”.

Respecto del homenaje, López Obrador dijo que hay ejemplos de ‘‘cómo el Estado, se apropiaba de quienes perdían la vida, los hacían rehenes hasta muertos”.

Citó que lo hizo Porfirio Díaz con Sebastián Lerdo de Tejada, quien murió en el exilio en Nueva York, y cómo José María Iglesias, quien también tuvo enfrentamientos con el dictador, pidió a su familia hacerse cargo de su funeral y no dejaran que se llevaran su cuerpo. Contó que de forma similar actuó el escritor Juan Rulfo en su momento.