¡No violencia, no violencia!, fue la consigna central de miles de jóvenes ante cada intento que otros –los menos– hacían por generar actos vandálicos durante la marcha conmemorativa por el 51 aniversario de la matanza del 2 de octubre de 1968 en Tlatelolco. La mayoría de los contingentes se organizaron para impedir que durante la movilización se dieran enfrentamientos.

Jóvenes vestidos de negro y con el rostro cubierto se incorporaron en diversos puntos de la manifestación. En varias ocasiones intentaron generar disturbios, sin embargo, miles de voces los confrontaban: Es una marcha pacífica. Los embozados realizaron pintas y rompieron algunos vidrios, sobre todo de los edificios que no fueron protegidos con vallas metálicas o donde no se veía la presencia del llamado cinturón de paz.

Hubo momentos de tensión. El más álgido se presentó en el cruce de 5 de mayo e Isabel la Católica, cuando los últimos contingentes estaban por llegar al Zócalo. Al paso de un grupo de jóvenes vestidos de negro, los policías les lanzaron algunos cohetones y bombas de humo, lo cual provocó un enfrentamiento.

Los uniformados encapsularon a varias personas, entre embozados y manifestantes, las golpearon y usaron extintores para dispersar a la gente. Se reportaron algunos detenidos y varios lesionados. También se denunció la presencia de policías vestidos de civil que se cubrían el rostro con paliacates rojos y realizaban aprehensiones.

Hubo 14 lesionados

El Gobierno de la Ciudad de México reportó 14 personas lesionadas, de las cuales tres ameritaron ser trasladadas a un hospital. La mayoría fueron policías con heridas leves.

Asimismo, señaló que participaron 10 mil personas en la manifestación y fueron detenidas en forma momentánea tres individuos que lanzaron petardos contra la policía, pero fueron liberadas 15 minutos después ante la mediación de diversas organizaciones civiles.

En un comunicado, informó que el cinturón de paz actuó exitosamente, acompañó a la marcha y contuvo actos de violencia, agresiones o provocaciones de un grupo de cien personas encapuchadas que se mezclaron entre los contingentes, quienes lanzaron petardos y rompieron vidrios en el recorrido.