Mérida, Yuc., El jefe de seguridad de la zona arqueológica de Chichén Itzá fue atacado ayer a puñaladas por un presunto guía de turistas, un hecho que no es aislado pues son constantes las amenazas de presuntos trabajadores turísticos contra empleados del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) que cuidan este patrimonio cultural de la humanidad.

En Chichén Itzá el problema de la presencia del ambulantaje y guías de turistas dentro del sitio lleva más de una década.

Un día antes de la agresión, la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo de Mérida (Canaco Servytur), en voz de su presidente, Michel Salum Francis, pidió al INAH resolver la situación del ambulantaje que, además de la mala imagen, se dedica a la venta de piratería.

El presidente de la Asociación de Hoteles en Yucatán, Héctor Navarrete Medina, también señaló ese día que ‘‘lo último que dice un turista cuando se va (de Yucatán) y le preguntas cómo le fue, dice: la verdad todo bien, los yucatecos son una chulada, pero algo hay que hacer con Chichén”.

Invitó a los medios de comunicación a visitar el sitio y contar a los vendedores ambulantes; ‘‘si Kukulkán viviera, yo creo que ya los hubiera apaleado”, dijo.

Ambos empresarios destacaron la importancia del vecino Quintana Roo en el panorama turístico, pues un gran número de visitantes a la zona arqueológica provienen de Cancún, y actualmente atraviesan una realidad crítica, debido a la inseguridad y los efectos del sargazo.

Marco Antonio Santos Ramírez, director de la zona arqueológica, declaró que también las dependencias de gobierno tienen la ‘‘obligación moral” de resolver el problema.

La agresión

Ricardo Arturo Gutiérrez López, jefe de seguridad de la zona arqueológica, quien lleva trabajando ocho años en el sitio, fue atacado ayer durante la apertura del lugar.

Santos Ramírez confirmó la agresión e indicó que ya interpusieron una denuncia por intento de homicidio ante la Fiscalía del estado de Yucatán en contra del presunto agresor, quien fue detenido.

Condenó este tipo de agresiones, las cuales son constantes, acompañadas de amenazas contra el personal, y afirmó que se trata de un grupo de guías de turistas al que no le parece la manera de actuar de los trabajadores del INAH. Precisó que se trata de un ‘‘grupito” de 11 guías de turistas que siempre lanzan amenazas y agresiones físicas, insultos contra el personal de la zona, incluso al padre de quien cometió esta agresión ya lo habían sancionado antes por reventa de boletos. ‘‘Es un acto de represalia al orden que se pone dentro de Chichén”.

Exigió la intervención del gobierno local para dotar de mayor seguridad y proteger la integridad de los trabajadores.

En un comunicado, el INAH en la entidad informó que el jurídico del instituto se apersonó en la zona arqueológica para la verificación correspondiente, dándose vista a la Fiscalía Generaldel Estado de Yucatán, por ser un servidor público que en su horario laboral fue agredido dentro de ese sitio patrimonial bajo competencia del gobierno federal. El funcionario agredido fue trasladado en una ambulancia de la zona arqueológica al Hospital General de Valladolid, por las heridas causadas, reportándose como grave.

Santos Ramírez indicó que las dependencias de gobierno del estado tienen “la obligación moral’’ de atender esta problemática, pues precisó que el INAH cobra 70 pesos por entrar a la zona, recursos que van a la Tesorería de la Federación, mientras el gobierno de Yucatán, a través del parador turístico del patronato Cultur, cobra 405 pesos, dinero que tampoco les llega a ellos.

‘‘Entonces, ‘‘¿quién tendría la obligación moral de poner un nuevo parador y hacer todo lo se quiere para solucionar el problema?’’, cuestionó.