Un ataque armado a un cortejo fúnebre en San Miguel de Allende, Guanajuato, ciudad catalogada como patrimonio cultural de la humanidad, dejó un saldo de dos personas muertas y cinco lesionadas, reportaron fuentes policiacas.

Alrededor de las 13 horas de ayer, un comando llegó al templo de San Felipe Neri, en la colonia San Felipe, y disparó a un grupo de personas que había acudido a la misa de un joven que fue asesinado el fin de semana pasado.

El cortejo fúnebre aceleró la marcha, pero en el libramiento Manuel Zavala, en la zona conocida como Las Alamedas, los agresores, que se desplazaban en varios vehículos, les dieron alcance y atacaron a siete personas que iban en la caja de una camioneta pick-up roja, dos de las cuales perecieron y cinco quedaron heridas.

Los muertos fueron identificados como Héctor Miguel N, de 30 años, y Erik Pablo N, de 20. Los heridos son Francisco Javier N, de 34 años; Alfredo Gabriel N, de 29; Roberto Javier N, de 34; Antonio de Jesús N, de 33, y Luis Enrique N, de 31 años, quienes fueron trasladados a diferentes unidades de salud.

Ciudad violenta y atractiva

En el primer semestre, en San Miguel de Allende aumentaron 144 por ciento los asesinatos con armas de fuego en comparación con el año pasado, según cifras del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

Eso no fue impedimento para que, por cuarto año consecutivo, la ciudad obtuviera el reconocimiento al mejor destino en México y el segundo mejor del mundo, según la encuesta anual World’s Best Awards de la revista Travel + Leisure.

En San Miguel Allende reside una amplia comunidad extranjera, principalmente estadunidense. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía de 2016, de sus más de 70 mil habitantes, 17 mil son extranjeros.

El presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados, Sergio Spinolo, declaró hace tres semanas que la percepción de inseguridad ha mermado la ocupación hotelera, pero a pesar de esta situación los habitantes de San Miguel de Allende y los turistas caminan tranquilos y seguros por las calles.