Es una historia increíble que cambió nuestra forma de tomar el aromático, expresan los directores
Lunes 14 de octubre de 2019, p. a10
Despertar, beber una taza de café y salir a trabajar es la rutina de un inmenso número de personas en muchas ciudades. Sin embargo, pocas son las que se han dado el tiempo de pensar en cómo llega el aromático a sus mesas.
Los cineastas Andrés Ibáñez y Alejandro Díaz San Vicente tomaron una de esas realidades y la plasmaron en el documental A Six Dollar Cup of Coffee, estrenado el viernes pasado y que retrata la vida de una comunidad tzeltal, en el norte de Chiapas.
Los protagonistas de la película forman parte de una cooperativa indígena, cuyo objetivo es vender su café a un precio justo.
Díaz San Vicente en entrevista expresó: “lo que nos hizo quedarnos con la historia fueron las personas. Después de 12 horas de viaje al norte de Chiapas, lo primero que hicimos fue asistir a una ceremonia sincrética maya–católica en la bendición de la plantación de café. Desde ahí, desde ver el misticismo y cómo se organizan dijimos ‘aquí hay una historia increíble’, que sí habla de café, pero también de la gente”.
Para lograr que su trabajo sea remunerado adecuadamente, la cooperativa apuesta a la calidad de su producto. De tal forma que han tenido que especializar sus procesos para que su café sea aceptado y apreciado por los paladares más exquisitos, y, por tanto, tenga demanda. Las imágenes que los directores del documental ofrecen dan cuenta del mimo con que el grano es tratado por los tzeltales.
Vida de la comunidad
Hablado en español e inglés, pero principalmente en tzeltal, el documental muestra también la vida en la comunidad. Hace posible observar a los miembros de las cooperativas en su entorno familiar, en sus rituales y sus fiestas.
Para los directores, una de las satisfacciones más grandes que han tenido es el acercamiento con la gente. Al tratarse de una bebida del gusto de muchos, la curiosidad generada también es grande.
Nada ganamos sufriendo. Vámonos, hay que seguir
, son las palabras pronunciadas en tzeltal por uno de los líderes de la cooperativa ante la tristeza de sus colegas al ver perdida su cosecha. Dicha frase, de acuerdo con los directores, generó en la comunidad reacciones de orgullo. Frente a su retrato, los protagonistas también se sintieron satisfechos y orgullosos de estar representados en la pantalla grande.
Sin embargo, esa fue también la primera vez que la comunidad pudo ver la otra parte de la historia: esa en la que expertos de México y Estados Unidos pronostican las peores dificultades ante la empresa que los tzeltales se han propuesto.
Ibáñez y Díaz San Vicente afirmaron que luego de los obstáculos a los que la cooperativa se enfrentó, ahora han logrado recuperar su producción regular y han diversificado sus productos.
Los realizadores de A Six Dollar Cup of Coffee aseguraron que ellos mismos han cambiado su forma de consumir café. Aprendimos junto con la cooperativa cómo puede ser el aromático. No es que esté bien ni mal. En el café no hay buenos ni malos, simplemente son personas viendo cómo sacarle mayor provecho a su proyecto
.
Ambos consideran que es importante hacer algo para cambiar la manera en que tomamos el café. “Nuestras decisiones de consumo moldean la realidad. Si te quejas de que algo no te gusta, pero lo consumes no cooperas para que se modifique, y al revés.
Ahora, cada vez que tomamos una taza de café hay un respeto, un ritual acerca de lo que bebo. Nuestras tazas ya no son tan casuales. Siempre tratamos de preguntar, de buscar el origen, de elegir con más cuidado las cafeterías a las que vamos
, precisaron.
El documental, que en un principio fue financiado por los cineastas y luego recibió el apoyo del estímulo fiscal, Eficine, se estrenó en el festival de Guadalajara el año pasado. Ibáñez y Díaz Díaz San Vicente preparan una nueva cinta que sigue la línea de A Six Dollar Cup of Coffee: los ingredientes, siendo el cacao el tema central.
El filme se presenta en recintos como la Casa del Cine, el Cine Tonalá y las cinetecas de ciudades como la de México, Guadalajara y Monterrey. Los directores esperan que esté disponible en plataformas de streaming.