Lunes 14 de octubre de 2019, p. 28
Teotitlán Del Valle, Oax., Para Abigaíl Mendoza, cocinera con más de 40 años de experiencia y originaria de Teotitlán del Valle, localidad ubicada a 30 kilómetros de la ciudad de Oaxaca, es un orgullo ser indígena zapoteca y representar a Oaxaca y a México en diversas regiones del mundo, adonde ha llevado sus costumbres y tradiciones. Recientemente la edición nacional de la revista Vogue le dedicó su portada.
Mendoza, quien ha visitado Estados Unidos, España, Sudáfrica y Francia, entre otros países, destacó que lo más importante es estar orgullosa de sus raíces y lengua, ya que en conjunto han dado identidad a su pueblo. Por ello, dijo, es necesario preservar las tradiciones, no sólo de Teotitlán, sino de todas las comunidades indígenas oaxaqueñas y del resto del país.
Lamentablemente, señaló, la discriminación que los indígenas viven a diario en México y en el mundo hace que las personas dejen su lengua y costumbres con tal de encajar
en el resto de la sociedad.
Los ciudadanos, apuntó, deben comprender que su historia les da identidad, una gran riqueza
, que en su caso, resaltó, es lo que da sabor a los platillos que ofrece en su restaurante en Teotitlán y los que prepara donde es invitada.
Consideró que el hecho de que una persona deje atrás sus costumbres no significa que va a ser aceptada o que vaya a formar parte de un nuevo grupo. “Al sentirse avergonzadas creen que no valen, y no es así. Hablar tu lengua, presentar tu cocina, eso te identifica.
Las personas se están dando cuenta de que vienes de un pueblo, de una raíz. Estás hablando de tus ancestros y estás presentándolos ante la sociedad
, expuso.
Agregó que hablar las lenguas autóctonas, conservar y vivir las tradiciones de las comunidades es realmente lo que representa a México, pues son los indígenas los que han dado identidad al país; por tanto, insistió, no hay razón para que quienes provienen de una etnia se avergüencen.
Mendoza mencionó que para ella dar a conocer platillos como el mole zapoteco (de receta propia), la seguesa prehispánica y los distintos tipos de mole (rojo, negro y amarillo) es un orgullo.
Lo hago con mucha dignidad y con la frente en alto. Soy una indígena mexicana, una mujer muy orgullosa de mi cocina, mi lengua, mi vestimenta y mis tradiciones
.
Admitió que en ocasiones es frustrante que visitantes extranjeros aprecien más las costumbres, tradiciones, vestimenta y cocina indígenas de Oaxaca y México que los propios connacionales.
No está mal que conozcamos lo nuestro y apreciemos lo de fuera, porque también tiene lo suyo, pero primero conozcamos quiénes somos, qué comemos, cómo vivimos y cómo disfrutamos lo que tenemos
, afirmó.