Hasta el 8 de mayo de este año, Tricky, antiguo miembro del grupo Massive Attack, solía pensar que su madre –quien se suicidó cuando él tenía cuatro años– estaba afuera, en algún lugar, cuidándolo. El 8 de mayo de 2019, fecha de la muerte de su hija, Mazy Topley-Bird, de 24 años, sacó dicha idea de su cabeza.

Luego de algunos meses de la tragedia, Tricky reconoce que, desde entonces, ni la música le suena igual. Para el músico británico de 51 años ese día mi mundo se terminó, declaró a The Guardian en entrevista.

Mina, como llamaba Tricky a su hija, se suicidó. Una vez se hizo público el suceso, el músico expresó en un breve mensaje: Pensé que sabía lo que era la pérdida, pero ahora que mi hija se ha ido me doy cuenta de que, en realidad, no tenía ni idea.

El músico explicó también que actualmente hace terapia para lidiar con el deceso de su hija. Tricky, a quien su ex novia Björk calificó de distante emocionalmente, cuando habla de su hija lo hace de manera amorosa.

El infierno está a la vuelta de la esquina

Uno de los grandes problemas con mi hija es que nunca había amado tanto a nadie. Me quedé emocionalmente insensible y era más fácil para mí continuar viviendo así, pero entonces de repente empecé a sentir cosas. Había perdido a gente antes, como mis abuelos, pero me había recuperado, relató.

Su hija también se dedicaba a la música, por lo que Tricky planea trabajar en algunas de las canciones que Mazy dejó. Ya eligió dos piezas para incluirlas en su próximo álbum. También hay otras cosas que dan esperanza al vocalista. Como cuando un tipo lo detuvo en Notting Hill y le dijo: Tu música me ayudó en prisión.

O el momento en que un joven tejano le contó que su familia había puesto la música del inglés mientras él estaba en coma.

El próximo 31 de octubre, el músico británico publicará su autobiografía Hell is Round the Corner, en la que relata cómo un joven criado en Bristol se convirtió en uno de los más grandes visionarios de la música británica.