Ankara. La operación militar turca contra los kurdos en el noreste de Siria continuará hasta que alcance sus objetivos, pese a la presión ejercida por Estados Unidos, que impuso sanciones y aranceles, afirmó ayer el presidente Recep Tayyip Erdogan.

Al regresar a Turquía procedente Azerbaiyán, Erdogan aseguró que no está en contra de que el ejército sirio, apoyado por las fuerzas rusas, recupere el control de su territorio, en particular de la ciudad de Manbij, siempre y cuando la abandonen lo kurdos, a quienes califica de terroristas.

Turquía comenzó la semana pasada la operación Fuente de paz, en el noreste de Siria, cuyos objetivos son alejar a las milicias kurdas de la frontera turca y establecer en el noreste del país árabe una zona para acoger a miles de refugiados sirios que están en territorio turco.

En rechazo a la ofensiva, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, impuso el lunes sanciones a Turquía. Esta decisión la tomó tras sacar a sus tropas de la zona, donde las fuerzas kurdas oponen una dura resistencia a los ataques turcos.