El colombiano se presentará mañana con el nicaragüense Luis Enrique y el puertorriqueño Willie González

Jueves 17 de octubre de 2019, p. 9
Conocido por sus interpretaciones afroantillanas de La rebelión y Sobredosis de amor, que tienen millones de descargas en Internet, el cantante colombiano Diego Morán expresó: “La salsa tiene ese magnetismo, esa buena vibra que rompe con la monotonía de otros géneros; le mueve el corazón, los pies y el cuerpo a la gente”.
Este género, prosiguió El Bravo de la Salsa, “es el lenguaje latinoamericano por excelencia. Actualmente existen agrupaciones donde antes no se tocaba salsa, y ahora se interpreta en Perú, Panamá, República Dominicana y Ecuador, y México no ha sido la excepción. Es, de verdad, un gusto encontrar gente que hable el mismo lenguaje musical tanto en Latinoamérica como alrededor del mundo”, donde bailan, gozan y se divierten con este ritmo tropical.
Diego Morán lleva ocho años presentándose en México, y este viernes compartirá el escenario de la Arena Ciudad de México con el nicaragüense Luis Enrique y el puertorriqueño Willie González, como parte de la segunda edición del Festival Latino de la Salsa.
Ahí Morán pondrá “la esencia de la salsa colombiana”, con ese ritmo auténtico y barranquillero que se caracteriza por “su simplicidad y que es muy digerible” para sus seguidores.
Morán es intérprete de éxitos como La murga o Quítate tú, entre muchos otros. Actualmente se ha convertido en un fenómeno de las redes sociales debido a las millones de descargas de canciones, tanto de las que interpreta como de las que compone. Sus letras han sido retomadas por Grupo Galé o Maelo Ruiz.
México, sostuvo el cantante, “siempre me deja henchido el corazón y muy contento el apoyo del público. Este país ha sido esencial en mi carrera. De hecho, lo es para el desarrollo de un artista, porque aprendemos mucho de su gente y cultura”.
El colombiano sabe que la comunión que tiene con sus seguidores ha sido porque “comunico lo que siento; se identifican con ello porque me perciben honesto a la hora de cantar, no desvirtúo lo que soy y no adopto posiciones en el escenario, lo cual es captado maravillosamente”.
El salsero colombiano contó que sus influencias fueron Celia Cruz, Rubén Blades y Joe Arroyo; además de Juan Gabriel, Juan Luis Guerra y Alejandro Sanz. “Cómo llegó todo esto a la salsa, no sé”, confesó. Pero también recordó que de niño admiró a Pedro Fernández y escuchaba a artistas como Vicente Fernández, Antonio Aguilar, Yuri o a Marco Antonio Solís, El Buki. “Todos ellos influyeron en Latinomérica y no fui la excepción”.
Antes de la charla con La Jornada, El Bravo de la Salsa ofreció una conferencia de prensa, en la que no pudo evitar cantar a capella parte de las letras La rebelión, La murga y Sobredosis de amor: “Vamos a bailar la murga, la murga de Panamá...”, “Sobredosis de amor, sobredosis de pasión”, “Pasito tun tún, ah, eh, otro pasito tun tún; óyeme, no le pegue a la negra”, que repitió infinidad de veces para las transmisiones de medios digitales.
De Morán se dice que no es profeta en su tierra. Nació en el tradicional barrio de Las Nieves y creció en Chiquinquirá, Barranquilla. Bohemio, compositor, estudioso de la armonía, “con swing y sabrosura”, reconoció que haber participado en el Tributo a la Salsa Colombiana, donde cantó tres temas (Sobredosis de amor, La rebelión y P’al bailador), lo lanzó a la fama internacional.