La Paz. El presidente de Bolivia, Evo Morales, candidato del izquierdista Movimiento Al Socialismo (MAS), cerró ayer campaña con proclamas anticipadas de victoria en tres sucesivos actos multitudinarios. El próximo domingo buscará un cuarto mandato consecutivo.

Estamos convencidos de que en estas elecciones nuevamente vamos a dar una paliza a los vendepatrias, a los neoliberales, a quienes privatizaron nuestros recursos naturales, exclamó en tono combativo el primer indígena que gobierna Bolivia, en una concentración final ante decenas de miles de seguidores en la ciudad de El Alto, contigua a esta capital.

Morales, quien llegó a la presidencia en 2006, basó su optimismo en la gran asistencia a sus actos de campaña de la última semana, y en lo que denunció como falta de propuestas claras de la oposición, frente al programa de gobierno que presentó y que daría continuidad a sus más de 13 años consecutivos en el poder.

Bolivia tiene un programa rumbo a su bicentenario, debatido con movimientos sociales y el aporte de empresarios, intelectuales y profesionales; no importamos políticas del Fondo Monetario Internacional, nos hemos liberado gracias a la conciencia y el voto del pueblo, hemos recuperado la patria, aseguró.

Pidió a la población el voto para consolidar la unidad y la soberanía nacionales, mantener a Bolivia a la cabeza del crecimiento económico de Sudamérica, completar los grandes proyectos industriales y de infraestructura en marcha, además de reducir la pobreza extrema a menos de 5 por ciento.

Horas antes, en otra masiva concentración en la céntrica ciudad de Cochabamba, Morales calificó de antidemocráticos los brotes de violencia durante el mitin del pasado lunes en Santa Cruz, uno de los principales bastiones opositores del país, que dejaron al menos 11 activistas detenidos.

Añadió que recientes apoyos de diversos líderes de la derecha al ex presidente Carlos Mesa, el candidato de la alianza opositora Comunidad Ciudadana, son una suerte de retorno de la megacoalición, como se denomina a la alianza de partidos conservadores que se turnaron en el poder en las dos décadas anteriores al actual gobierno.

Entre esos apoyos mencionó al empresario Samuel Doria Medina, ex dirigente del socialdemócrata Movimiento de la Izquierda Revolucionaria, y del ex presidente Jorge Quiroga, heredero político del desaparecido dictador militar Hugo Banzer.

En la popular plaza de San Francisco, en La Paz, Mesa cerró su campaña con un llamado al voto útil para sacar del poder al caudillo.

Ya es demasiado, fue repetidamente coreado por miles de sus seguidores mientras ondeaban banderas de Comunidad Ciudadana.

Una reciente encuesta de la Universidad Mayor de San Andrés de La Paz y otras organizaciones académicas vaticinó que Morales obtendría 32 por ciento de los votos en primera vuelta, frente a 27 de Mesa.

Para evitar la segunda ronda Morales tendría que ganar con 50 por ciento de los votos más uno, u obtener 40 por ciento, siempre que su contendor se ubique 10 puntos porcentuales debajo. Los pronósticos para una eventual segunda vuelta –que tendría lugar en diciembre– dan ligera ventaja a Mesa.