En la gestión que inició en 2015, el rector Enrique Graue Wiechers ha conseguido mantener un equilibrio en las relaciones de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) con el gobierno federal y ha defendido la autonomía y el presupuesto universitarios, pero ha dejado pendientes en materia de seguridad, de acuerdo con consejeros universitarios.

Manuel Otero, representante de los estudiantes de posgrado del Área de las Humanidades ante el Consejo Universitario, consideró que “lo que hemos visto en estos años ha sido una gestión a la que le han tocado transformaciones muy profundas, como el cambio de gobierno y la llegada de la izquierda al poder. La UNAM ha tenido que pasar a reorganizarse en términos de la Cuarta Transformación y la política que plantea el presidente Andrés Manuel López Obrador. Además, la Universidad también ha enfrentado procesos fuertes, como el ataque del año pasado de porros a estudiantes de bachillerato y la inseguridad en los campus”.

Para Otero, que pertenece a la organización Redes Universitarias, la gestión de Graue ha permitido generar equilibrios y un diálogo con el gobierno sobre el presupuesto y la autonomía universitaria.

En su opinión, sin embargo, en estos años también ha hecho falta una mayor participación de la comunidad para la solución de los problemas que se viven en la universidad, como la inseguridad o la violencia de género.

Para él, el perfil del nuevo rector debe ser de alguien dispuesto a que se discuta un cambio en la forma en la que se toman las decisiones en la UNAM y consideró que aunque no es un requisito formal ser egresado de la institución para ser rector, lo mejor es que sea alguien hecho en ella y que la conozca desde su raíz.

Arisbeth Reséndiz, consejera alumna de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán, consideró que en el periodo de Graue ha habido una apertura para dialogar con la comunidad universitaria sobre algunas problemáticas que enfrentan los estudiantes, pero señaló que se requiere mayor participación de la comunidad universitaria en la toma de decisiones.

En opinión de la alumna, que es integrante de la organización Central de Estudiantes Universitarios, sin embargo, las medidas aplicadas por la administración de Graue para atender los problemas de inseguridad en la UNAM han sido insuficientes.

Reséndiz planteó que para atender este y otros problemas se requiere de la democratización de la toma de decisiones en la UNAM. Por ello se necesita que el nuevo rector o rectora, realmente tome en cuenta la opinión y las propuestas estudiantiles y que sea respetuoso de las organizaciones de los estudiantes.