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Presupuesto 2020 La propuesta de presupuesto olvidó la agricultura comercial: CNA Luis Fernando Haro Encinas Director General del Consejo Nacional Agropecuario El presupuesto de egresos de un gobierno es el instrumento de política pública que nos refleja cuál es su prioridad, cuáles son los principales temas a los que le apuesta en la asignación de recursos a ejercer. El pasado 8 de septiembre, el Ejecutivo federal presentó al Congreso de la Unión, la propuesta del paquete económico para el año 2020, que contiene los criterios de política económica, el proyecto de ley de ingresos y la propuesta de presupuesto de egresos para el año entrante. Este presupuesto será el segundo que le toca ejercer al gobierno de Andres Manuel Lopez Obrador, teniendo ya una valoración sobre los resultados de la aplicación de los recursos, los programas y el gasto de este año. La propuesta que realiza el Ejecutivo considera en términos generales un gasto total que asciende a los 6.097 billones de pesos, un incremento del 4.4% respecto al presupuesto aprobado para este año; la distribución de dicho gasto es lo que refleja la prioridad de lo que se ha llamado la cuarta transformación: considera un incremento a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana por el orden de los 59 mil millones de pesos; para la Secretaría de Bienestar una partida de 22.48 mmdp; para la Secretaría de Energía una asignación de 21.2 mmdp y para la Secretaría de Educación poco más de 16 mil millones de pesos. Si estas asignaciones presupuestales las traducimos a las prioridades que el nuevo gobierno tiene, es claro que el tema de seguridad es uno de los grandes retos que tendrá una atención especial; al igual que el tema social y los programas de atención a la población más vulnerable de nuestro país. Se apuesta a Pemex y los proyectos de inversión, a través de la Secretaría de energía u se proponen mayores recursos para el tema de educación, que esperamos puedan verse traducidos en mejorar el nivel educativo en nuestro país. El Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024 establecido por el nuevo gobierno plantea el rumbo de las políticas que transformarán la vida pública del país y construirán un nuevo pacto social, cuyo objetivo es el bienestar de todas y todos. Y aquí se habla de lograr una reducción de brechas de pobreza y desigualdad, del restablecimiento de un Estado de derecho con justicia, el combate a la corrupción y un impulso al desarrollo económico sostenible en todo el país. Por ello, extraña sobre manera el recorte que sufre en la propuesta de presupuesto de egresos 2020 la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, con una reducción del 29.3% de lo aprobado para este 2019. Estamos hablando de 19,182 millones de pesos menos para un sector considerado prioritario por el nuevo gobierno, para un sector que es el que mayor dinamismo está mostrando en la economía, un sector que compite con los apoyos y recursos que otros países otorgan a la producción de alimentos y a quienes los producen y con quienes tenemos relaciones comerciales. Se eliminan programas y se reducen drásticamente recursos a otros cuyo enfoque es elevar la productividad y mejorar la infraestructura y la eficiencia en la producción; tal es el caso de la eliminación de los programas como concurrencia a entidades federativas, apoyo a la productividad y competitividad agroalimentaria, a programas de fomento ganadero, entre otros, y reducen de manera muy importante apoyo a programas estratégicos como apoyos a la comercialización, programa de fomento a la agricultura, fomento de la productividad pesquera y acuícola y de desarrollo rural y, sorpresivamente, se proponen menos recursos al programa de sanidad e inocuidad agroalimentaria, al que se le reducen 379 millones de pesos. Desaparecen los recursos fiscales para FIRA, FND, FOCIR y para Agroasemex se reduce en un 50%, por lo que no solo se disminuyen los apoyos al sector productivo, sino también aquellos que puede otorgar la banca de desarrollo en materia de financiamiento y seguros. Definitivamente, el enfoque de esta nueva propuesta se concentra en apoyos a pequeños productores, con programas de producción para el bienestar, precios de garantía, Segalmex, crédito ganadero a la palabra y el tema de fertilizantes, cuyos montos ascienden a más de 28 mil millones de pesos, poco más del 60% de la propuesta del presupuesto para el 2020. Existe una deuda histórica con los pequeños productores y es fundamental que se atiendan sus necesidades y se realice una diferenciación dentro del presupuesto para buscar elevar la productividad y mejorar su ingreso; sin embargo, en la propuesta de egresos enviada por el Ejecutivo prácticamente se olvida la agricultura comercial y la planta productiva nacional, que requieren de otros programas e incentivos que permitan ser competitivos en los mercados globales, que requieren de certidumbre y de bienes públicos como el caso del estatus sanitario que tiene nuestro país y le permite tener un pasaporte abierto al mundo. No se trata de pequeños, medianos y grandes productores, todos son importantes, la competencia no está dentro de nuestro país, no se trata de competir por los apoyos y recursos del presupuesto, la política pública debe de ser incluyente, debe de atender las diferentes necesidades que existen para elevar la producción de alimentos; para asegurar el abasto de los mismos, la producción de alimentos debe ser un tema de seguridad nacional, se debe apoyar como se hace en todo el mundo el fomento de la producción doméstica y esta no tiene que ver con tamaños de productores. Queremos que al presidente le vaya bien, queremos que a México le vaya bien, que podamos acabar con los grandes rezagos y lastres que venimos arrastrando como país, como es la corrupción, la lacerante pobreza y la desigualdad, queremos que el país crezca, que las empresas crezcan al igual que su gente y que ese crecimiento vaya aparejado con mayor bienestar. El campo mexicano ha demostrado ser un gran aliado para generar mayor desarrollo, crecimiento y bienestar en la población, debemos de producir más y mejores alimentos, para ello se requiere un presupuesto de egresos cuyo contenido sea incluyente y se dirija a elevar la productividad en el sector y que promueva su sustentabilidad. Si el campo es realmente una prioridad para este gobierno, deberá verse reflejada en el presupuesto. •
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