Monterrey, Nl., La desolación y tristeza no se han ido de Topo Chico. Cerrado después de 76 años de funcionamiento, el penal se ha convertido en una zona de búsqueda de fosas clandestinas.

Este viernes, el colectivo Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Nuevo León (Fundenl) supervisó las labores realizadas por autoridades de los tres niveles de gobierno.

Leticia Hidalgo, miembro de Fundenl, solicitó que una vez terminada la búsqueda se realice un dictamen pericial y que el documento se le entregue a las madres de desaparecidos, lo mismo que cualquier documento que contenga información de posibles ausentes, extorsionados o asesinados.

Integrantes de las Fundenl que habían denunciado la falta de transparencia en la búsqueda dentro del ex penal, acudieron al lugar para supervisar las labores y a quienes están participando.

Con un avance de 40 por ciento en la exploración, a la fecha no se han encontrado indicios de restos humanos, aunque sí huesos de reses y pollos, además de una piedra de casi medio metro de ancho que estaba enterrada en medio de una de las canchas de fútbol y fue detectada por un georradar.

Según elementos de la Comisión Nacional de Búsqueda, y del comité local, también han encontrado papelería y documentos que podrían contener información sobre posibles víctimas de delitos.

Leticia Hidalgo dijo que es necesario que se cotejen esos documentos y se incluyan en el dictamen pericial que esperan recibir una vez que termine la búsqueda.

En el área de la carnicería del penal se encontraron los huesos de animales, los cuales fueron enviados a laboratorio para su análisis y descartar que se trate de restos humanos. En ese sitio también se hizo un pozo de más de un metro de profundidad porque el equipo canino detectó restos en el lugar, pero también eran de animales.

En las dos canchas de futbol, donde durante los motines ocurridos en el penal se apilaron los cuerpos de personas asesinadas, se retiró el césped sintético y se abrieron fosas donde los binomios caninos detectaron olor a restos humanos, aunque lo que hallaron fue una gran cantidad de sangre absorbida por la tierra.

La zona de enfermería también fue revisada con lupa, al punto de que algunas camas, con base de cemento las destruyeron para verificar que no tuvieran algo escondido. Algunas paredes también fueron derruidas, pues los perros detectaron explosivos o drogas, sin encontrar aún algo de relevancia.

Y aunque el ex penal fue fumigado, persisten plagas como ratas, palomas y cucarachas. También algunos ambulatorios están cerrados porque encontraron indicios de enfermedades como VIH, tuberculosis, hepatitis y tifoidea.

Personal de las comisiones Estatal de Derechos Humanos, así como local y Nacional de Búsqueda acompañaron a los familiares de desaparecidos en la supervisión de labores.

Asimismo, por parte de la Comisión Nacional de Búsqueda, se espera que la siguiente semana llegue un antropólogo y un criminalista al lugar para continuar con las labores.

El pasado 8 de octubre, el secretario de Seguridad estatal, Aldo Fasci, aseguró que la búsqueda de restos humanos en el penal del Topo Chico estaba siendo encabezada por miembros de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Sin embargo, según la Comisión Nacional de Búsqueda, nadie de la ONU ha acudido al lugar. Desde el 3 (de octubre) nosotros estamos aquí y nadie de ellos ha venido, aseguró.

El penal de Topo Chico cerró en definitiva el pasado 30 de septiembre. El gobierno del estado informó que en la vieja cárcel, la cual cuenta con 10 hectáreas, se construirán un complejo de parques y el archivo histórico del estado.