No sólo prendí el fuego olímpico, encendí el corazón de las mujeres, dijo hace 12 meses Queta Basilio durante el aniversario 50 de los Juegos Olímpicos de México 1968. Ayer, la primera mujer en la historia que dejó inmortalizada su imagen al saludar con la antorcha los cuatro puntos cardinales para iluminar el estadio de Ciudad Universitaria, murió a los 71 años.

Con esas palabras despidió la Universidad Nacional Autónoma de México a la emblemática vallis-ta de Mexicali muy querida en el medio deportivo, quien recibió mensajes de reconocimiento por medio de las redes socia-les por su partida en señal de luto que transcendió en el ámbito internacional de la familia olímpica de la que fue integrante y cuya icónica fotografía de hace 51 años se muestra en el Museo del COI en Lausana.

Inolvidable la imagen de Queta con la antorcha en mano subiendo las 90 escaleras del inmueble universitario de ese 12 de octubre representando a una juventud fuerte y ávida de esperanza tras la matanza de estudiantes 10 días antes en Tlatelolco.

La velocista mexicalense siempre luchó por cambios en el deporte y levantó la voz tan fuerte por las injusticias que le costó que la corrieran del Centro Deportivo Olímpico Mexicano con un grupo de compañeros que se alistaban a la justa de Múnich 1972.

La salud de Queta empeoró en los recientes meses tras padecer durante casi dos décadas el mal de Alzheimer, problemas cardíacos y caídas –prótesis en la cadera– y otros males que a veces le impedían salir a cumplir sus compromisos, pero estuvo hace un año en el aniversario del cincuentenario de la justa veraniega al que llegó en silla de ruedas y encendió el pebetero apoyada por sus hijos Mario, Oliver, Quetita y su nieta.

De pie, encendió el pebetero con la antorcha original que guardaba como un tesoro en su casa. Al terminar su etapa como deportista se involucró en la política en las filas del PRI donde fue diputada.

“Lamento profundamente el fallecimiento el día de hoy de nuestra muy querida amiga e ícono del olimpismo Queta Basilio, digna representante del movimiento olímpico internacional. Nuestro respeto y apoyo solidario a su familia y amigos”, escribió Carlos Padilla Becerra, presidente del Comité Olímpico Mexicano en su cuenta de Twitter.Una gran mujer mexicana y olímpica de corazón definió Jimena Saldaña, vicepresidenta del COM, a la también llamada Gacela cachanilla o Diosa voladora porque me decían que corría bonito, decía Queta en vida, quien ayer se despidió para siempre en un mes tan significativo para ella y el deporte mexicano a un día de la entonces clausura de los Juegos Olímpicos de México 68.