Madrid. Más de 80 mil catalanes marcharon en Barcelona en rechazo a la independencia de Cataluña y para exigir a los partidos políticos y a las instituciones poner fin a la espiral de enfrentamiento y violencia que vive la región.

Cataluña es una olla a presión desde hace al menos dos semanas, cuando se publicó la sentencia del Tribunal Supremo que condenó a penas hasta de 13 años de cárcel a dirigentes políticos que impulsaron el proceso unilateral de indeplendencia en octubre de 2017, el cual culminó con una intervención del gobierno español en las instituciones catalanas, la apertura de diversos procesos judiciales y el encarcelamiento de parte de su dirigencia, mientras algunos se refugiaron en otros países europeos, como el ex presidente catalán y líder del proceso de secesión Carles Puigdemont.

Frente a la masiva movilización de los últimos días, que ha sacado a las calles de las principales ciudades catalanas a cientos de miles de independentistas, que además de exigir amnistía para sus políticos demandan el respeto al derecho de autodeterminación, ayer salió a manifestarse la otra Cataluña, que supuestamente representa a 50 por ciento que está en contra de la secesión.

Marcharon los unionistas que defienden mantener la actual adhesión al Estado español, ya sea con el estatuto de autonomía vigente o con una nueva fórmula que permita una solución pactada al conflicto político.

Convocados por Sociedad Civil Catalana, y apoyados por los partidos que defienden la vigencia de la Constitución española, entre ellos el derechista Partido Popular, Ciudadanos y el Partido Socialista Obrero Español, unas 80 mil personas salieron a las calles de Barcelona con banderas españolas y catalanas no independentistas, como la senyera, y apremiaron a los partidos políticos a encontrar una salida a la encrucijada que se vive en la región.

Una multitud de unionistas que no se veía desde hace mucho tiempo recorrió las calles con una pancarta en que se leía: Por la concordia, por Cataluña: ¡Basta!

La cifra difundida por la organización convocante fue de 400 mil, frente a 80 mil que calculó el gobierno municipal de Ada Colau, del partido Barcelona en Comú-Podem.

Los principales representantes de los partidos de derecha en la protesta reclamaron al resto de formaciones unidad para defender al país de la ofensiva independentista y para poner fin al conflicto que vive la región desde hace años, y que se agudizó en las últimas semanas, tras la publicación de la sentencia del tribunal español.

Los manifestantes también pidieron que se cumplan las penas impuestas por la justicia a los líderes independentistas y demandaron la detención de Puigdemont y del actual mandatario catalán, Quim Torra.