Washington. El cuerpo del líder del grupo yihadista Estado Islámico (EI), Abú Bakr al Bagdadi, fue lanzado al mar por las fuerzas militares de Estados Unidos, luego de que se suicidó durante un operativo para su captura llevado a cabo el fin de semana, informaron ayer fuentes del Pentágono a la agencia de noticias Afp.

Las fuentes no dieron detalles respecto de cuándo ni dónde se lanzó el cuerpo al mar, pero compararon su versión con el destino del cadáver del líder de la red Al Qaeda, Osama bin Laden, tras ser abatido por fuerzas especiales estadunidenses en 2011. Ese procedimiento se eligió con Bin Laden para evitar que su tumba se convirtiera en un lugar de peregrinaje.

En un discurso desde la Casa Blanca el presidente Donald Trump mencionó que el domingo pasado las fuerzas estadunidenses mataron a militantes del EI (sin especificar cuántos) y acorralaron a Bagdadi en un túnel, donde éste detonó un chaleco cargado de explosivos.

La redada nocturna en la provincia siria de Idlib implicó el despliegue de ocho helicópteros que volaron durante una hora desde una base no revelada y contó con apoyo de Rusia, Siria, Turquía, Irak y de los kurdos sirios, detalló Trump.

Las fuerzas estadunidenses enviaron perros al túnel, fue entonces cuando el líder del Estado Islámico hizo estallar su chaleco. Un agente de las fuerzas kurdas en Siria hurtó una prenda interior que pertenecía a Bagdadi meses antes de la redada estadunidense para efectuar un examen de ADN y verificar que la persona era efectivamente el líder del EI, reveló un alto funcionario kurdo.

El jefe del Estado Mayor Conjunto, Mark Milley, aseguró ayer que los restos de líder yihadista fueron tratados de forma apropiada. El ejército estadunidense recibió información de que Bagdadi estaba en una casa en Idlib, donde vivía de forma permanente.

Agregó que sus restos fueron transportados a un lugar seguro para confirmar su identidad mediante un análisis de ADN y adelantó que en unos días el gobierno difundirá algunos videos y fotografías del operativo.