Domingo 3 de noviembre de 2019, p. 19
Londres. El gobierno británico anunció ayer una detención temporal de la fractura hidráulica (fracking), técnica para extraer gas de esquisto del subsuelo, debido al riesgo de sismos. Algunos críticos calificaron el anuncio de ardid electoral y exigieron una prohibición permanente.
La ministra para Empresa y Energía, Andrea Leadsom, dijo que tomó la decisión a raíz de un informe del órgano regulador del sector, la Autoridad de Petróleo y Gas (OGA, por sus siglas en inglés), que investigaba la actividad sísmica reciente cerca de un lugar donde se practica la fractura hidráulica, en Preston New Road, Lancashire (noroeste de Inglaterra).
Tras examinar el informe de la OGA está claro que no podemos excluir más consecuencias inaceptables para la población local
, declaró Leadsom en un comunicado. Por esta razón he concluido que deberíamos instaurar una moratoria sobre la fractura hidráulica en Inglaterra con efecto inmediato
, agregó.
La suspensión significa que el gobierno ya no apoyará el uso de ese método para la extracción de gas de esquisto y que ya no impulsará las propuestas de planificación de fracking.
El proceso de fracturación hidráulica consiste en crear fisuras subterráneas e infiltrar en ellas una mezcla de agua, arena y productos químicos para permitir la extracción de gas o petróleo del interior de la roca.
Es una técnica polémica por su impacto ambiental, la cual ha provocado protestas de pobladores afectados y de ecologistas, quienes recibieron con beneplácito el anuncio.
En cambio, los partidos de oposición lo consideran insuficiente y piden una prohibición definitiva.
En pleno comienzo de la campaña para las legislativas del 12 de diciembre, Rebecca Long Bailey, encargada de energía del Partido Laborista (oposición), prometió que si llega al poder su formación política prohibirá la fractura hidráulica, mientras los conservadores sólo la suspenden. No pueden fiarse del primer ministro
, declaró.
Reino Unido había apoyado esa técnica con la intención de reducir su dependencia del gas, el cual es importado principalmente de Noruega y de Catar.
El gobierno conservador había previsto en 2016 abrir 20 pozos hacia 2020. Sin embargo, a la fecha, únicamente se han perforado tres, sin llegar a comenzar ninguna explotación de gas de esquisto y sin que las autoridades sepan qué cantidades podrían extraerse a largo plazo.
La reglamentación británica prevé detener el fracking temporalmente, cuando se produce un sismo superior a 0.5 en la escala de Richter como resultado de las operaciones de extracción.
En agosto pasado una fuerte sacudida telúrica llevó a la compañía Cuadrilla a frenar indefinidamente su perforación de Preston New Road, cerca de Blackpool, que era el único proyecto en curso en Reino Unido.