Hong Kong. Con lemas como: No a la extradición a China o Carrie Lam dimisión, miles de personas inundaron ayer nuevamente las calles de Hong Kong en una una manifestación no autorizada del movimiento prodemocracia, en la que hubo violentos enfrentamientos con las fuerzas del orden.

La policía antidisturbios lanzó gases lacrimógeno y pimienta contra jóvenes vestidos de negro luego de que éstos incendiaran estaciones del Metro y atacaran edificios públicos, incluida la agencia de noticias oficial Xinhua.

Las asociaciones de medios de comunicación condenaron el vandalismo en Xinhua, uno de los símbolos de la presencia china en Hong Kong y pidieron el cese de la violencia e instaron a la policía a tratar el asunto con seriedad.

Grupos de activistas, algunos con la cara cubierta a pesar de la prohibición oficial, llenaron el distrito comercial de Causeway Bay. Otros enfilaron al distrito comercial central, prendiendo fuego a barricadas y lanzando bombas molotov, mientras la policía y los camiones con cañones de agua intentaron cercarlos tanto en Causeway Bay como en Victoria Park y Wanchai, un distrito lleno de bares con mucha gente que seguía la final del mundial de rugby.

Durante las protestas, Richard Chan, un candidato para las próximas elecciones del consejo de distrito, fue rociado por la policía con gas pimienta.

Entre los que llamaron a manifestarse este sábado está Joshua Wong, uno de los principales promotores del movimiento prodemocracia, y a quien las autoridades prohibieron esta semana presentarse a las próximas elecciones. Wong también es objeto de críticas del gobierno chino y de los medios oficialistas que lo califican de separatista y traidor.

Hong Kong vive desde hace meses una ola de protestas prodemocracia, en muchos casos violentas, que han lastrado la reputación del territorio como centro financiero internacional y están afectando a su economía.