Domingo 3 de noviembre de 2019, p. 12
Ciudad Juárez, Chih., Con una misa binacional, en la que participaron las diócesis de Ciudad Juárez, Chihuahua, El Paso, Texas, y Las Cruces, Nuevo México, cientos de personas se congregaron ayer en los márgenes del muro fronterizo en ambos lados, a la altura del llamado Puente Negro para pedir por todos los migrantes muertos en ruta a Estados Unidos, así como por las 22 víctimas de la balacera en El Paso, el 3 de agosto anterior.
Encabezaron el acto los obispos de Ciudad Juárez, El Paso y Las Cruces, acompañados de decenas de sacerdotes de ciudades vecinas y personas de ambos lados, divididos por el muro.
Desde las 8 horas, decenas de familias y activistas se acercaron al Puente Negro en el centro de Juárez, donde cruza el ferrocarril a Estados Unidos, para recordar con cantos que miles de migrantes viajan en caravanas en condiciones deplorables y arriesgan sus vidas.
Del lado mexicano, ofició el obispo José Guadalupe Torres, y en El Paso, Texas, Mark Joseph Seitz, obispo de esa ciudad, ante la vigilancia de la Patrulla Fronteriza.
Los obispos llamaron a los habitantes de ambos lados para acoger a los migrantes, pues son peregrinos que buscan mejores condiciones de vida y trabajo, no son delincuentes
.
Al principio se había acordado con la Patrulla Fronteriza que se abriría una puerta, como en la actividad Abrazos sí, muros no, hace un mes, pero la autoridad decidió no hacerlo por la presencia de migrantes centroamericanos.
Los asistentes rechazaron la decisión de Washington de militarizar la frontera.