Con la finalidad de propiciar el uso adecuado del agua potable y evitar su utilización en actividades donde no se requiere, el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex) contempla establecer a partir del segundo semestre de 2020 dos esquemas tarifarios: uno que regiría el consumo básico de las personas, el cual no sufriría incrementos y que todos podríamos pagar, y otro que consideraría aumentos importantes a quienes rebasen este consumo básico, señaló el director general del organismo, Rafael Bernardo Carmona Paredes.

Se trata de establecer un esquema tarifario que propicie socialmente el consumo adecuado para la tarifa básica y que invite a la población al cuidado del uso del agua potable, explicó el funcionario, al ser entrevistado luego de exponer la conferencia magistral El reto es... en el foro La semana del agua organizado por el Sacmex.

Agregó que este esquema de tarifas tendría que manejarse de manera muy cuidadosa. Debe haber un volumen de consumo mínimo, de tal forma que la tarifa sea totalmente adecuada para todos, pero conforme vayamos brincando esa tarifa, los incrementos sean mayores, de modo tal que verdaderamente invitemos a la población a utilizar el agua potable para las necesidades propias que tienen que ser satisfechas, y otras no, como el lavado de patios, ejemplificó.

La tarifa básica no sufriría incrementos; no va a haber un aumento, sino una reconsideración en las tarifas. No quiero hablar de aumentos porque la parte básica no debe aumentar, ya que ahí hay una base en la que socialmente debemos ser cuidadosos; es decir, la población debe estar posibilitada para cubrir esta tarifa de los recursos que se requieren para la actividades básicas que deben cubrirse con agua potable.

Participación de la IP

El funcionario explicó que a partir del próximo año se podrán llevar a cabo obras multianuales con la participación de empresas privadas que ya prestan sus servicios al Sacmex, con la finalidad de que el organismo pueda manejar distintos contratos con éstas.

Algunos de estos contratos podrían ser para la operación de plantas de tratamiento de aguas residuales, mediante los cuales no se les entregaría el agua para que ellos la manejen o hagan contratos de facturación con la población. No, nosotros entregamos agua proveniente del drenaje y ellos nos entregan agua tratada para que nosotros establezcamos el mercado y los puntos de entrega para el uso del agua, indicó.

El foro inició con un planteamiento sobre los esquemas y posibilidades que existen para contar con los recursos necesarios para realizar inversiones que permitan atender los retos que enfrenta la ciudad en materia de servicios hídricos: una población de 8 millones de habitantes; sobrexplotación de los mantos acuíferos, de donde se extrae más del doble del agua que se recarga de manera natural; pérdida de alrededor de 40 por ciento del agua potable en redes de distribución secundaria debido a fugas, y exploración de distintas posibilidades en relación a las fuentes de abastecimiento, lo que requiere grandes inversiones ante la incertidumbre por los efectos del cambio climático.