Editorial

Ante la resolución del Tribunal Electoral del Poder Judicial Federal (PJF) que anuló la elección interna del partido Morena, miembros de este anunciaron que revisarán la situación patrimonial de los magistrados electorales que resolvieron la nulidad. Como en otras décadas, los políticos no quieren estar sujetos a las decisiones judiciales.

La incuestionable legitimación del ejecutivo para llegar al poder no puede entenderse como un salvo conducto para los miles de integrantes de ese partido. La población votó por la persona, no por sus correligionarios. Encima, los magistrados electorales federales gozan de garantías derivadas de la Constitución federal y de los tratados internacionales firmados por México hace décadas.

Aun cuando se logren demostrar inconsistencias en las cuentas de esos magistrados, sus resoluciones seguirán firmes. Los amenazantes partidistas deberán aprender a convivir con los ordenamientos nacionales e internacionales. Es parte de la democracia a la que aspiran quienes votaron por un cambio de rumbo y quienes trabajan en lograrlo.

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Derechos humanos instituyentes, pensamiento crítico y praxis de liberación de David Sánchez Rubio. Edit. Akal. México.

La importancia de los derechos y la necesidad de vigilarlos judicialmente inician esta obra. Según el autor, apenas se atiende al 1% de las violaciones a derechos humanos. Enfocar la atención a ese 1% es limitar la comprensión del fenómeno. Se da preferencia al fenómeno judicial, siempre post-violatorio, en lugar de centrar los esfuerzos a las acciones pre-violatorias.

La adjudicación social de la protección de los derechos humanos a los operadores jurídicos excluye a la sociedad civil de su papel en la sociedad democrática. Acostumbrados a sólo tomar partido y al ejercicio electoral, porcentajes altísimos de la población terminan por ser víctimas de su propia apatía. Se deslegitiman los mecanismos sociales, estén o no en la normatividad, para acceder a esos derechos humanos que no requieren del reconocimiento judicial o legislativo. El acceso absoluto al derecho humano a la salud se pierde en las carencias estatales, verbigracia. Se da preferencia a los derechos subjetivos y suelen dejarse de lados los derechos humanos colectivos. Los derechos humanos laborales parecen perderse en el discurso, para conveniencia de empresas internacionales.

Dejar atrás la colonización en donde viven conceptos, normas y prácticas sociales sólo puede empezar con la concientización de la necesidad de un cambio real.

Un libro para sacudir, incluso, a quienes se dicen protectores de esos derechos humanos, generalmente limitados para quienes tienen la posibilidad de reclamarlos judicialmente.

Sugerencias y colaboraciones: [email protected]. https://agendajudicialricardoguzmanwolffer.blogspot.com/