En una década se desplomó 25 por ciento la participación del mercado cultural en la economía mexicana, advierte el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), mientras la contribución de los hogares en la promoción de festividades, talleres y artesanías, así como lo que toca al gasto gubernamental, se ha mantenido sin cambios entre 2009 y 2018.

Los datos exhiben que en esos 10 años el gasto que realizan los hogares en fiestas patrias, religiosas o carnavales, así como en la impartición voluntaria de talleres; entre otras actividades, ha sido de 0.2 por ciento del producto interno bruto (PIB), sin ninguna variación a lo largo del periodo.

Igual pasa con la contribución del gobierno, que se ha quedado en 0.6 por ciento.

Lo que se produce y comercializa en el país resultado de actividades culturales ha cedido uno de cada cuatro pesos como parte de la economía mexicana. Desde 2017 se estancó en 2.4 por ciento del PIB, inferior al 3.2 por ciento que resultó en 2009.

Los datos agrupados en la Cuenta Satélite de la Cultura en México 2018 reflejan el estado de 123 clases de actividad económica, concentran número de empleos, crecimiento del sector y su peso en el PIB del país. El saldo a 2018 exhibe que el rubro pesa 3.2 por ciento en la economía mexicana (sumado gobierno, hogares y mercado), con un valor de 702 mil 132 millones de pesos.

El Inegi detalló que el año pasado las actividades vinculadas a la cultura dieron trabajo a un millón 395 mil 669 personas, el equivalente también a 3.2 por ciento de la ocupación en el país.

Pese a que entre 2008 y 2018 la cultura creció en promedio un tercio más que la economía –4.4 frente a 2.7 por ciento, respectivamente– lleva una desaceleración en los pasados dos años, el periodo pasado avanzó 4 por ciento, por debajo del 5.4 por ciento de 2017, y lejos del 10 por ciento de 2016.

Durante 2018 los medios audiovisuales, las artesanías y la aportación de los hogares representaron 36.8 por ciento, 18.8 y 18.6 por ciento, respectivamente, de la producción cultural.

Siguieron el diseño y servicios creativos, con 8.2 por ciento; las artes escénicas y espectáculos, con 5.5 por ciento; la formación y difusión cultural en instituciones educativas, con 4.6 por ciento; libros, impresiones y prensa, con 3.5 por ciento; patrimonio material y natural, con 1.6 por ciento; artes visuales y plásticas, con 1.3 por ciento, y música y conciertos, con 1.1 por ciento.

Respecto al año pasado, el avance económico más amplio lo dieron las artes visuales y plásticas, con 9.7 por ciento; siguieron los medios audiovisuales, con 5.6 por ciento, y las artesanías, con 2.2 por ciento. Caso aislado fue el de libros, impresiones y prensa, que se contrajeron 4 por ciento.