No fallarle al pueblo, el mejor homenaje: AMLO
Un hombre que nunca claudicó ni se vendió
, reconoce nieto del luchador
Martes 26 de noviembre de 2019, p. 17
Casi un siglo después de que comenzó su lucha por los derechos laborales, y luego de 20 años de su muerte, Valentín Campa Salazar, líder del Partido Comunista Mexicano, recibió el homenaje que lo reconoce como un luchador social, con la inhumación de sus restos en la Rotonda de las Personas Ilustres en el Panteón Civil de Dolores, donde se encuentran los restos de personajes trascendentales para el país, como David Alfaro Siqueiros, Amado Nervo, José María Pino Suárez y José Clemente Orozco, entre otros.
En vida, Campa debió pasar 13 años, 11 meses y 13 días en prisión, (toda la década de los años 60), y sufrir constantes represiones y persecuciones por no dejar de lado su activismo.
Incluso, declinó dos ofrecimientos de cargos en el gobierno a cam-bio de moderar su activismo sindical, recordó Santiago Campa, su nieto, durante la ceremonia solemne que fue encabezada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien destacó que Campa Salazar fue un hombre que nunca claudicó ni se vendió.
Acompañado de familiares y amigos del luchador social, así como de los integrantes del gabinete federal, y de Manuela Álvarez Campa (también nieta de Campa), Santiago recordó que todos sus familiares fueron reprimidos y perseguidos políticos. Su abuelo Valentín no fue la excepción
, lo detuvieron en 12 ocasiones, aludiendo que el encarcelamiento no había logrado modificar su personalidad en cuanto a lo que se refiere a la ideología política
.
Matanza de chinos lo marcó
Recordó que a los 11 años de edad presenció la matanza de cientos de chinos en Torreón, Coahuila, lo cual marcó su vida, mientras como trabajador ferrocarrilero, ya siendo parte del Partido Comunista Mexicano, participó en una huelga ferrovaria, lo que provocó su primer encarcelamiento.
Además, alertó al presidente Lázaro Cárdenas del Río respecto de la rebelión planeada en su contra, encabezada por el general Saturnino Cedillo, e incluso fue expulsado del Partido Comunista por negarse a participar en el asesinato de Trotski, aunque después fue candidato a la Presidencia de la República.
“Nuestro abuelo fue un hombre íntegro y consecuente en su lucha. Si él viviera, estaría peleando y exigiendo castigo a crímenes de Estado contra el pueblo de México, por mencionar algunos: Ayotzinapa, Aguas Blancas, Acteal, la guerra sucia, incluyendo el todavía impune Luis Echeverría Álvarez”, agregó.
El presidente López Obrador, quien rindió guardia de honor en el lugar donde permanecerán los restos de Campa, celebró que se ofrezca homenaje a un dirigente social que contribuyó con su ejemplo y práctica política a la transformación de México.
Tras relatar que lo conoció cuando Campa acudía a las sesiones semanales relativas al ámbito laboral, práctica que mantuvo hasta su muerte, agregó: “siempre me conmovía su humildad, él encarnaba la honestidad y la humildad, esas dos extraordinarias virtudes.
Muy distante, muy apartado, muy lejano a otros dirigentes obreros, con ínfulas, con prepotencia, pero sobre todo con bienes materiales, acumulados que se enriquecieron en los cargos, en las representaciones, que poseían o poseen lujosas residencias... Y eso no era, desde luego, Valentín Campa
.
El mejor homenaje que se le puede rendir, dijo el mandatario, es comprometernos a no fallarle al pueblo
, pues sostuvo que el proceso de transformación del país no es resultado de una campaña, sino de muchos dirigentes sociales.