El Senado alista un pronunciamiento contra la amenaza de Donald Trump de clasificar como terroristas a los narcotraficantes mexicanos; de entrada, las fracciones de Morena y del PRI advirtieron que no permitirán actitudes intervencionistas de Estados Unidos.

Héctor Vasconcelos (Morena), presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, destacó que la naturaleza del narcotráfico y el terrorismo es totalmente distinta, por lo que es muy desafortunada la acción unilateral de Trump, ya que en nada contribuye a la cooperación que debe existir entre los dos países para afrontar el crimen organizado.

Vanessa Rubio (PRI), ex secretaria de Relaciones Exteriores, dijo que cada nación está en su derecho de declarar a cualquier grupo como considere. Sin embargo, destacó, “es un tema de soberanía. Lo que no se vale es cualquier implicación de naturaleza injerencista. México es un país soberano, con muchos retos en materia de seguridad, pero nosotros debemos resolverlos con recursos, estrategias y políticas nacionales y con la sociedad involucrada.

En cambio, Damián Zepeda (PAN) sostuvo que en México el artículo 139 del Código Penal Federal define el terrorismo como acciones que se lleven a cabo, entre otras, por armas de fuego o cualquier medio de violencia contra una persona o grupo de personas, con el objetivo de establecer temor o terror para incidir en éstas o presionar a un gobierno. ¿A poco no existe eso en México, provocado por el crimen organizado?, preguntó.

En entrevista, Vasconcelos reiteró que la naturaleza del narcotráfico y el terrorismo es muy diferente y, por tanto, la intención de Trump carece de sustento. Tenemos que diferenciar a las organizaciones criminales de los grupos terroristas que, normalmente, en el sentido histórico, clásico del término, cuentan con una agenda ideológica muy concreta y con mucha frecuencia hay en su ideología un componente religioso muy específico, como es el caso de las organizaciones terroristas del Medio Oriente.

En cambio, destacó, los grupos criminales no tienen un programa ideológico o ideológico-religioso ni mucho menos; tienen como único objetivo la maximización de sus ganancias. Se trata de un negocio.